La cultura de la experimentación en empresas del sector turístico

La industria del turismo se apunta a las últimas técnicas de marketing digital y growth para ofrecer experiencias personalizadas y mejorar la tasa de conversión  

Los medios de comunicación vienen avisando que este verano se espera que sea histórico para el sector turístico en nuestro país. Buenas noticias para uno de los sectores que más riqueza aporta a la economía española y que los principales agentes del sector celebran con un aumento de las reservas anticipadas en torno a un 13% respecto al año anterior. Y es que el sector "travel", al igual que lo ha hecho la banca, ha demostrado en los últimos años la importancia de acelerar sus procesos de transformación digital para adaptar sus ofertas y servicios a las necesidades más inmediatas de los ciudadanos y a un contexto socio-económico que sigue pisando el acelerador.

Ya en 2017, la compañía Booking demostró la importancia de “experimentar” para dar con soluciones eficaces que favorezcan su competitividad en el mercado. De esta manera, realizó cerca de mil experimentos controlados al mismo tiempo. Los empleados de todos los departamentos de la compañía se encargaron de lanzarlos y analizarlos al mismo tiempo; experimentos que abarcaban todos los productos, desde la página web a las aplicaciones móviles, en herramientas utilizadas por los socios hasta las líneas de atención al cliente, y en los sistemas internos. Algo muy parecido es lo que ha conseguido también un cliente de Product Hackers, agencia de Growth, como es Holafly.

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El mercado de las eSIM es un mercado con alto crecimiento. Sin experimentación, la capacidad de una empresa de innovar y seguir adaptando la propuesta de valor a este nuevo público creciente se reduce mucho. Por eso, una estrategia de experimentación con optimizaciones y moonshots es un diferenciador de Holafly, quien ha logrado conseguir incrementos del 25% en la tasa de conversión a través de tests en fichas de producto, pricing y canales alternativos de captación como la afiliación.

Por su parte, durante el verano época clave para el turismo, Santiago Ways, líder en viajes a nivel mundial del Camino de Santiago, es un claro ejemplo de adaptación y aprovechamiento de la cultura de experimentación para mejorar su servicio quien reorganizó los elementos en la página de destino, destacando el formulario de contacto y haciéndolo más accesible sin comprometer la visibilidad de la información relevante, una reestructuración fundamentada en la hipótesis de que una presentación más clara de la información en la página de destino potenciaría la accesibilidad y, en consecuencia, la conversión.

El sector de viajes, con sus rápidos cambios y alta competencia, requiere precisamente de este enfoque analítico y adaptable. Santiago Ways no solo confirmó su hipótesis con un aumento del 12,6% en la generación de clientes potenciales sino que también demostró la efectividad de los enfoques experimentales y centrados en datos para la toma de decisiones estratégicas en la industria del turismo. Así como el caso de Holafly y de Santiago Ways, acciones lideradas por Product Hackers hacen ver como son cada vez más las compañías que invierten en experimentación digital con el objetivo de adoptar este tipo de metodología y contar con talento valioso que sepa llevarlo a la práctica.

Desde la interacción con los clientes, el seguimiento a sus necesidades, la forma en la que compartimos el mensaje y por supuesto, el aumento de las ventas, es algo que podemos encontrar gracias a esta metodología, que entre otras cosas, facilita la extracción de datos que conducen a nuevas oportunidades de investigación y por lo tanto, reinician el ciclo de preguntas y respuestas para el crecimiento continuo.

La cultura de la experimentación no se trata de una tendencia o moda, sino de una estrategia fundamental que requiere de un cambio de mentalidad para ofrecer experiencias más personalizadas, optimizar operaciones e impulsar el crecimiento y rentabilidad.

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