Desde hace unas semanas, se viene rumoreando que el programa de Telecinco Ya son las ocho podría tener los días contados. La razón principal de esta decisión serían los pobres resultados que está cosechando en el poco tiempo que lleva en la parrilla televisiva. Estrenado el 15 de noviembre de este año, lleva hasta ahora una cuota media de audiencia del 12%; algo que no ha satisfecho a los directivos de la cadena.
El interrogante en torno a qué hará la cadena sigue abierto. Tienen que tratar de mejorar sus datos en una franja horaria que está generando demasiados quebraderos de cabeza en los despachos. Entre las 20:00 y 21:10, que es cuando se emite Ya son las ocho, el canal no consigue encontrar su ansiado filón. Desde que el sumamente exitoso Pasapalabra dejase Telecinco para recalar en Antena 3, muchas han sido las formulas empleadas para intentar suplirlo y, a la vez, competir con él, pero ninguna ha tenido la suerte necesaria para permanecer en pantalla. No obstante, parecía que esta podía ser la solución, dado que contaba con unos ingredientes muy atractivos. En primer lugar, una reputada periodista, Sonsoles Ónega, como presentadora. Además, se fichó a unos colaboradores que gozaban con el favor del gran público, tratando temas de actualidad de una manera amena y dinámica. Desde aquí, hemos querido hacer nuestras propias apuestas sobre las alternativas que tiene Telecinco si, finalmente, decide cancelar el programa.
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El concurso presentado por Luján Argüelles se emitió en Cuatro entre 2008 y 2010. Durante este tiempo, no gozó de un público desmesurado, pero sí muy leal. Se llegó a convertir en un programa de culto, a pesar de su corta trayectoria. En EE.UU, el programa homónimo del que coge la idea el español sí tuvo una larga vida, erigiéndose como un mito de la televisión yanqui.
El concepto del que parte el programa es muy bueno. Consiste en adivinar palabras ocultas en parejas, que compiten una contra otra en un duelo eliminatorio. Un miembro sabe la palabra secreta y el otro la tiene que acertar, partiendo de otras palabras que funcionan a modo de pistas. No cabe duda de que es una buena premisa; aúna pericia lingüística, tanto verbal como no verbal, e inteligencia emocional. En una franja horaria popular de la cadena principal de Mediaset, a buen seguro, tendría mejor fortuna que en su anterior periplo.