Cómo lograr que el rebozado del pollo esté bien crujiente

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Una rica y sabrosa forma de comer el pollo es mediante la fácil técnica de rebozado. Es una forma tan efectiva como conocida para darle todo el sabor a nuestro producto. Sin embargo, muchas veces fallamos en la, a priori, fácil elaboración.

Y es que, el pollo sin rebozar puede resultar poco apetitoso. Pero un filete empanado puede también resultar fastidioso si la parte externa, el rebozado, no está bien lograda. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son los secretos de un buen rebozado para que esté como tiene que estar, bien crujiente.

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Superficie seca

Foto: Pixabay

Una de las cosas que debemos de controlar lo más posible es el exceso de humedad. La superficie de nuestro pollo debe de estar lo más seca posible, porque este jugo, va a mojar el pan rallado y lo va a convertir en una masa poco crujiente.

Además, si la superficie está húmeda, en contacto con la harina se formarán grumos y la textura final no quedará ni homogénea ni apetecible. Es por ello que podemos, con cuidado, pasar un papel absorbente para quitarle la humedad a nuestro pollo antes de rebozarlo.