Cómo hacer un potaje de habichuelas nutritivo y espectacular

-

En España, existen una gran cantidad de guisos tradicionales que tienen un sabor riquísimo. Muchos de estos, como no, tienen a las sanas legumbres como protagonistas. Este que te vamos a traer hoy seguro que te va a encantar y además, tiene una preparación muy sencilla y que puedes amoldar a tu gusto o dieta como verás a continuación. Se trata de un potaje de habichuelas que tiene una textura de la legumbre estupenda y en el cual el caldito queda espeso y sabroso.

La receta que te vamos a dar es la que se hace en casa desde siempre, de estas recetas que son caseras pero de verdad. La preparación es en crudo, es decir, a que no lleva sofrito y prácticamente todos los ingredientes se añaden en un primer momento. Según los ingredientes que elijamos, podemos hacerlo más o menos calórico: evitando los embutidos y añadiendo otras verduras como calabaza, judías verdes y patatas o, por el contrario, tratando los embutidos por separado y añadiéndolos ya desgrasados.

1
Ingredientes para un potaje de habichuelas

Morcilla

Los ingredientes que vas a necesitar son ingredientes básicos, que puedes encontrar en cualquier lado. Si has cocinado antes un potaje, sabes más o menos qué tipo de ingredientes son los adecuados. En primer lugar, para unas 6 personas, necesitarás medio kilo de habichuelas, alubias o judías blancas secas. Estas las tendrás que haber puesto en remojo 12 horas antes, en agua fría.

También necesitarás 150 gramos de chorizo para cocinar, 150 gramos de morcilla y otros 150 gramos de panceta curada. Le puedes meter si quieres un trozo de jamón serrano pero esto ya es opcional. Tendrás que comprar además un tomate maduro, un pimiento verde para freír y una cebolla mediana entera.

Por otro lado, tendrás que tener a tu mano cuatro dientes de ajo, media zanahoria de gran tamaño, una cucharadita de postre de pimentón dulce y una hoja de laurel. Además, necesitarás dos clavos de olor, que pincharás en la cebolla para luego poder retirar fácilmente. Por último, tendrás que utilizar una pizca de comino molido, dos cucharadas de aceite de oliva y sal.

Atrás