El Gobierno califica de «agridulce» el desenlace de la Cumbre del Clima

La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, calificó este domingo de «agridulce» cómo se ha resuelto la Cumbre del Clima de Madrid (conocida como COP25), que concluyó a primera hora de esta tarde tras ser la más larga en 25 años de historia de estas conferencias internacionales.

Ribera comentó a los periodistas en el recinto ferial de Ifema, una vez concluido el plenario de clausura de la COP25, que la Cumbre «deja un sabor de boca agridulce» porque en ella «pesa lo positivo», aunque admitió que «hay algunos elementos que hemos echado en falta».

En el lado positivo, destacó el compromiso con la agenda multilateral pese a las dificultades, puesto que había «grandes países que no querían acelerar la acción climática», pese a lo cual la Cumbre acabó con un «compromiso» a la ambición en 2020 en línea con la ciencia.

Ribera valoró también que ha sido una Cumbre «de socialización» porque ha recibido una «demanda social como nunca en acción climática» y por la presencia «muy importante» de personas de la sociedad civil, activistas, corporaciones u otras entidades, al tiempo que la ‘zona verde’ de la COP25 recibió más de 30.000 visitantes. La inclusión de referencias sobre transición justa, el plan de género, océanos y suelo son otros aspectos que destacó.

Y en el lado negativo está que la Cumbre no ha podido cerrar el libro de reglas respecto al artículo 6 del Acuerdo de París, dedicado a los mercados de carbono y que le habría gustado escuchar «compromisos mucho más contundentes por parte de las grandes economías» en acción climática.

Sobre el artículo 6, comentó que era partidaria de completarlo con un «sistema robusto» de intercambio de cuotas de emisiones entre países, es decir, no «a cualquier precio» y manteniendo la «integridad ambiental» para evitar la doble contabilidad a la hora de computar emisiones de gases de efecto invernadero.

(SERVIMEDIA)