Hoy 21 de enero es el 'blue monday', o lo que es lo mismo,  el día más triste del año... Y no es que lo digamos nosotros, sino que así lo confirma un estudio científico.

El día más triste del año según la teoría desarrollada por Cliff Arnall, psicólogo de la Universidad de Cardiff, siempre coincide con el tercer lunes del año.

¿Los motivos para que este sea el día más triste de los 365 del calendario?

Pues lo cierto es que, según Arnall, hay bastantes. Desde las deudas que arrastramos desde navidades (la famosa cuesta de enero), hasta el tiempo o la falta de motivación al ver que vamos dejando de lado los propósitos que nos fijamos a principio del año.

Pero además, su curioso descubrimiento está justificado por una fórmula matemática: 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. En esta fórmula, la C es el factor climático, la D mayúscula representa las deudas de las navidades y la T es el tiempo que ha transcurrido desde esas mismas fechas.

Por otro lado, la I representa una de esas cosas que también nos preocupan a todos, el tiempo que ha pasado desde la última vez que fracasamos intentando dejar a atrás uno mal hábito. Es decir, los famosos propósitos de año nuevo como dejar de fumar o empezar a ir al gimnasio, que no estamos cumpliendo.

Reutilizar los restos de café es una buena manera de ahorrar dinero y sacarle doble partida a esta popular bebida. Estudios recientes han demostrado que los posos de café son ricos en antioxidantes y nutrientes que ayudan a embellecer el cabello, la piel y solucionar problemas del jardín u otros sitios del hogar, por eso aquí reunimos los principales trucos que puedes usar para reutilizar sus restos.

Desodorante para el hogar

Seguro que te suena este uso del café, pues es experto en absorber y neutralizar esos odiosos olores que invaden a veces nuestra casa. Puedes usar los posos, en un recipiente abierto, en zonas como el baño, los armarios, cerca de la basura y/o en el frigorífico.

También te ayudará a eliminar malos olores de tus manos si has cortado ajos, cebollas o pescado, solo tienes que frotar los restos de café por tus manos y enjuagarlas con agua tibia. Por último, también destaca su uso contra el desagradable aroma a desagüe. Vierte media taza de desechos y un litro de agua y está hecho.

Fertilizante para tus plantas

Otro de los trucos para reutilizar los restos de café es usarlo como fertilizante. Se puede usar directamente sobre la tierra en aquellas plantas que requieran tierra ácida, como es el caso de los tomates, rosas, arándanos, árboles de hoja perenne, camelias, aguacates y algunos árboles frutales.

También es muy beneficioso para el cultivo de zanahorias y rábanos, solo tendrías que mezclar las semillas que vayas a plantar con los restos de café antes de meterlos bajo tierra. Además, es muy efectivo a la hora de sembrar champiñones de manera orgánica.

Repelente de diversos insectos

Si quieres evitar que tu perro coja pulgas u hormigas, solo tienes que frotarle los restos de café humado después de bañarlo. Es cierto que si tu animal es de color claro, le va a quedar un aspecto sucio, pero es cuestión de gustos.

Este tratamiento natural contra los parásitos no tiene químicos tóxicos y además evitará ese desagradable aroma a perro mojado.También el café puede actuar contra otro tipo de bichos, como por ejemplo, las hormigas. Si quieres alejarlas de tus alimentos espolvorea el café usado ya seco en los sitios por los que suelan transitar y eso las espantará.

Exfoliante natural y nutritivo

Aunque pueda parecer sorprendente, hay varias maneras de usar los restos de café como exfoliante natural para la piel. La textura de los granos finos actúa removiendo las células muertas, así que puedes ahorrarte un dinero y hacerte tu propio exfoliante en casa. Mezcla una cucharada de café con media de aceite de oliva y comienza a usarlo.

Puedes darte un masaje sobre la piel húmeda usando movimientos circulares sin frotarte demasiado fuerte para no dañar la piel. También puedes usar la opción de añadir los posos del café a tu crema limpiadora favorita.

Limpiador de ollas y sartenes

La guerra con la grasa queda incrustada en las ollas y sartenes es constante y hay veces que cuesta tanto quitarla que tiramos a la basura los utensilios de cocina. Antes de tomar esta decisión tan drástica, prueba a echar un par de cucharadas de café molido usado en el fondo de la olla o sartén en cuestión.

Ve frotándolas con un paño y, como es ácido y abrasivo, hará que tu lucha contra los residuos de comida sea mucho más fácil y puedas acabar ganándola, en serio. Es una técnica estupenda que apenas se conoce.

Estimulante del cuero cabelludo

Para conseguir un mejor cabello también puedes usar los posos del café, solo tienes que ponerlos en una o dos tazas de agua caliente, dejarlos reposar unos 15 minutos, colarlo y echar el líquido en una botellita con atomizador.

Con la infusión resultante, rocíate las raíces del pelo, hará que crezca más rápido por la estimulación que provoca en el cuero cabelludo. Eso sí, como pasaba con los perritos blancos, si tienes el pelo claro, evita este tratamiento porque lo oscurecerá. Otra manera de usar los posos del café es a la hora de lavarte el pelo. Antes de usar el champú, lávate con ellos y tendrás un cabello suave y brillante.

Reductor de celulitis

El café no va a hacer milagros, pero tampoco lo hacen las cremas caras que prometen una desaparición total de las celulitis, así que ¿por qué no probar con este truco? Todas las lociones de este tipo contienen cafeína, ya que dicen que mejora el metabolismo de las grasas, reduciendo la aparición de las bolsas bajo la piel.

Por eso, puedes usar los restos de café con aceite de coco para fabricar tu propia crema anticelulitis y aplicarla sobre la piel con movimientos circulares. Después solo tienes que enjugarla. Sin duda, es un tratamiento simple, natural y muy económico.

Hacer velas aromáticas

Si te gustan las manualidades y las velas aromáticas para mantener tu hogar con un buen olor a todas horas, seguro que te gusta este truco para reutilizar los restos de café. Solo tienes que usar un cartón de leche vacío, limpio y seco, echar dentro de él un poco de cera de vela líquida (parafina) y antes de que se endurezca por completo, agregar los posos del café.

Después de termina de llenar el cartón con parafina líquida, se le pone una mecha y se deja secar hasta que endurezca. Cuando esté lista, solo tienes que romper el cartón y quedarte con tu bonita vela.

Cuidado de los pies

Otra forma de aprovechar las grandes propiedades del café es la de usarlo para el cuidado de tus pies. El método no puede ser más fácil, en un barreño con agua caliente, agrega los posos de la bebida y mete los pies ahí durante 15 minutos.

También puedes frotarlos directamente con los granitos de café. De ambas maneras, notarás la piel mucho más suave debido a la eliminación de las células muertas, te ayudará a controlar la sudoración y el mal olor e incluso te cargará de energía.

Fabrica tu propio jabón

Si eres un auténtico enamorado del café quizás no te baste con desayunarlo todos los días o tomarlo después de cada de cada comida y quieras también llevar su magnífico olor siempre contigo. Para ello, la mejor opción es la de hacer tus propios jabones caseros usando como ingrediente principal los restos de café que tengas en casa.

Además, necesitarás base de jabón de glicerina, aceite aromático a tu gusto y cáscara rallada de naranja. Pon a derretir la glicerina en un recipiente al baño maría, agrega cáscara de naranja rallada, esencia aromática y, por último, el café. Pon aceite en los moldes que vayas a usar antes de rellenarlos con la mezcla realizada y déjalos secar.

Haz plastilina no tóxica

Este truco para reutilizar los restos de café va dirigido, sobre todo, a aquellos padres que quieren que sus hijos jueguen con plastilina no tóxica. Es cierto que el color marrón del que quedará este 'juguete' no es lo más atractivo del mundo, pero seguro que a los niños lo único que les importa es que la puedan moldear y divertirse con ella.

Necesitarás, además del café, medio litro de agua, medio kilo de harina, 250 gramos de sal y un par de cucharadas de aceite. Pon el agua a calentar y antes de que llegue a hervir añade el resto de elementos, excepto el café. Ahora sí, ponla a fuego suave y remueve hasta que se convierta en una masilla y puedas añadir el café. Pronto tendrás una plastilina no tóxica para tus hijos.

Di adiós a las ojeras

Como pasaba con las cremas anticelulíticas, las de las ojeras también contienen cafeína para rebajar la hinchazón de esas detestadas bolsas que salen bajo los ojos, así que una solución de ahorro y sencilla es usar directamente los restos de nuestro café sobre ellas.

Solo tienes que mojar unos algodones en el vaso y ponerlos en los ojos, dejándolos reposar durante aproximadamente 10 minutos. Puedes repetir la aplicación varias veces, pero recuerda que todavía no se ha descubierto un producto milagrosos que acabe de forma eficaz y definitiva con ellas.

Reparador de madera

Como veis, no faltan usos para darle a los restos de café, incluso seguro que os sabéis alguno más. Por nuestra parte, el último es el de reparador de madera. Si hace poco que has cambiado algún mueble de sitio y has arañado el parqué o rasgado alguna otra cosa de este material, los posos de café son tu principal aliado.

Empápalos con un poco de agua tibia, aplica la mezcla sobre las zonas dañadas y frótala de forma muy suave, no vayas a empeorar los arañazos. También lo puedes usar como abrillantador de madera.