El FC Barcelona arriesgó trayéndose a Xavi Hernández al equipo para que comenzara el proyecto deportivo del club, pero se ha venido a menos. El entrenador de Tarrasa se ha encontrado con una entidad que se cae a pedazos, y que este tampoco ha sabido encaminar hacia las victorias. Durante verano pasado, Joan Laporta y sus socios hicieron el trabajo de fichar a través de las "palancas económicas". Sin embargo, el club no ha dado la talla en competencias europeas y en LaLiga Santander ya han "patinado" abruptamente.
Xavi Hernández ya siente el peso de la "condena"
El ciclo de Xavi por el Barcelona ha estado definido por las "pifias". El club ha tenido momentos buenos, pero quizás a día de hoy pesan más los malos, y son los que están dejando al equipo lejos de brillar y colocan al entrenador en el ojo del huracán.
Este ya sabe que está sentenciado. Así que, si siguen los pasos en falso, seguramente le llegará su relevo más pronto de lo que se pensaba. Pues sí, el fichaje de este míster no ha sido tal.
Casi eliminados de UEFA Champions League
En el período pasado, el Barcelona tuvo que verse las caras luego de muchos años con la UEFA Europa League. Sufrieron una "debacle" y este año parece que se repetirá la misma historia.
Los culés están a nada de regresar a dicho torneo que no les hace gracia, y que por segundo ciclo consecutivo, tendrían que jugar.
Una dura contra para el DT, quien estaba en la obligación de empujar su artillería hacia los octavos de final. Pero es algo difícil de conseguir a falta de dos fechas.
El Clásico, un detonante para dejar de creer en el proyecto del Barcelona
No ha surtido efecto el hecho de que el Barcelona haya fichado más que nadie de cara a esta temporada.
Y es que, los resultados no se están dando, y estamos viendo a un equipo que con cada paso que da se hunde. Es más, poseen en el banquillo a un técnico que pareciera no encontrar la fórmula para salir adelante.
Muchos han dejado de creer en este proyecto. Con la derrota en El Clásico, la afición ha podido confirmar que el club tiene dos cosas: o levanta la cabeza o Xavi tiene que irse porque es el culpable de este fracaso.
Un equipo que no es constante
El Barcelona sufre más de la cuenta. Ante ello, Xavi es el que más críticas se lleva por ser el director técnico. Un club que no ha podido engranar pese a tener buenas piezas; pero la verdad es que se han visto perdidos en diversas ocasiones tratando de mostrar una mejor cara. Lo han intentado, y es un acierto que los fan reconocen, pero de poco ha servido para que veamos un once competitivo.
El equipo como tal no es constante. Puede que inicien partidos jugando a un buen nivel, e incluso se adelantan en el marcado -como fue el del Inter de Milán-, aunque luego se hundieron y lo terminaron pagando caro. Cuesta una barbaridad ver lo positivo del entrenador, que sí tendrá algo, pero actualmente todo es oscuridad para su gestión.
¿Qué se puede rescatar de Xavi?
La afición le cae encima a Xavi porque el discurso sigue siendo el mismo de siempre, y llega un punto en el cual harta a la gente. Pero, no todo ha sido malo, porque si colocamos el ejemplo de ese choque contra los italianos, los culés tuvieron buenos compases de los que se puede extraer un punto positivo. Por ejemplo, arriesgaron con el sistema.
Esto era algo que lo que carecían en ciclo pasados. Y en este, someramente ha aparecido, aunque es insuficiente. Sobre todo, porque el club ataca con un 3-4-3 y luego se planta para defender en un 4-3-3, pero les ha faltado claridad para ejecutar las tácticas, por lo que allí han sucumbido ante los rivales.
Se nota que Xavi ha "encajado" con Robert Lewandowski
Robert Lewandowski se deja querer en el FC Barcelona. El polaco sabe a lo que va y no anda con cuentos baratos en el campo. Es un maestro que ha llegado al club para aportar, y ha sido uno de los grandes aciertos para Xavi. Tenerlo allí en la delantera le ha resultado, pues además lo ha salvado muchas veces.
Esto demuestra que el DT está haciendo la tarea con Lewa, que se están comunicando bien, aunque es una fórmula que ha de replicar en los demás jugadores. Y es que, no sirve dejarle todo al exjugador del Bayern Múnich.
Xavi no se enseria ante la situación de algunos jugadores
Hay cosas que se escapan de las manos de Xavi. Pero con un poco más de autoridad de su parte podría acabar con dichos dilemas. Existen dos líos muy grandes que están afectando su gestión y se llaman Gerard Piqué y Sergio Busquets.
Ambos son un no para el club, pero el entrenador no ha tenido la valentía de sentarse a dialogar con Laporta para arrancar de raíz a dos escollos de su formación.
Cada vez que estos salen al campo es un fiasco. Es más, que Hernández siga con ellos en el banquillo nos hace saber que seguirá hundido si no toma cartas en el asunto.
Pecados al hacer los cambios
En El Clásico vimos que el Barcelona, al hacer los cambios, mejoró y se vino un gol. El club dio señales de "resurrección" en un partido en donde no estaban del todo acabados, pese al dominio de los locales.
Aun así, Xavi no ha tenido buen olfato para determinar en qué momento efectuar esos ajustes que le permitan ofrecer variables. Y más en un partido tan fuerte como el que sostuvieron en el Santiago Bernabéu.
Cuando lo hizo ya era demasiado tarde. Por su parte, errores como el de Eric García al darle un pisotón a Rodrygo no deben repetirse, pues fue fatal cuando estos buscaban el empate. Para su contra, Sánchez Martínez pitó penal y se acabó el cotejo (3-1).
Un entrenador con pocas ideas
Que Xavi se quede sin ideas es, quizás, uno de los fallos más graves. Y eso es lo que se está viendo en el campo de juego, porque está utilizando jugadores que no han de estar. Asimismo, se ha encontrado con futbolistas que son un acierto para él, pero que igualmente han caído en ese terrible "bache" de registrar pésimos partidos.
Por ejemplo, nadie se explica qué hacía Baldé en el lateral izquierdo. Xavi ha dicho una y otra vez que no le tiene confianza. Además, pretendía contar con Dembélé o Raphinha, pero los dos tuvieron pésimas actuaciones.
Los errores pesan más, y Xavi entendería su destitución
Xavi mantiene la cabeza en alto porque así como tiene detractores, una mínima parte de la afición espera que salga al flote y muestre de lo que es capaz. El técnico se ha sincerado y entendería su destitución, ya que cuando no se ganan títulos hay que asumir las consecuencias.
Este cree que tiene más por dar, y aunque el ambiente en su club es como si hubiese un "funeral", aspira devolverle la alegría a los culés.
Es un argumento que repiten los entrenadores cuando están caídos. En definitiva, mientras siga en el club, hay que darle espacio a la duda, pero todo se demuestra en cancha, no en rueda de prensa ni ante una cámara.