En su afán por retener a Nico Williams, el Athletic Club de Bilbao le ofreció una renovación estratosférica que, lejos de blindar al jugador y solucionar la situación, ahora podría estar generando problemas importantes con el límite salarial y el fair play financiero. Lo que en su momento fue una victoria para el club, se está convirtiendo en un quebradero de cabeza en la planificación de la próxima temporada.
Una prueba palpable de estas dificultades financieras es la reciente cesión de Álvaro Djaló al Al-Gharafa de la liga de Qatar. El jugador, que no quería salir del club y tenía la intención de seguir luchando por un puesto, finalmente accedió a la cesión para que el Athletic no tuviera problemas económicos. Estos problemas derivan, muy probablemente, del elevado nuevo contrato firmado por Nico Williams.

La estratosférica renovación de Nico Williams y sus consecuencias
La renovación de Nico Williams fue celebrada por el Athletic Club como un logro mayúsculo. Asegurar la continuidad de una de sus mayores promesas, y un jugador clave en el esquema de Ernesto Valverde, era una prioridad. Sin embargo, el coste de esta operación se ha revelado como un peso considerable para las arcas del club, afectando directamente su capacidad de maniobra en el mercado.
El impacto del nuevo salario de Nico Williams en el límite salarial y el fair play financiero de LaLiga está obligando al Athletic a tomar decisiones difíciles. La necesidad de liberar masa salarial se ha vuelto imperiosa, lo que se traduce en salidas de jugadores que, quizás, el club no tenía inicialmente previsto dejar marchar, o en condiciones que no son las ideales.
Álvaro Djaló, el primer sacrificado
El caso de Álvaro Djaló es el ejemplo más claro de las repercusiones del contrato de Nico Williams. La cesión del delantero al Al-Gharafa de Qatar, a pesar de su reticencia inicial, es una operación motivada por la necesidad del Athletic de ajustar sus cuentas. Djaló, un jugador por el que se hizo una inversión importante, ha tenido que salir para aliviar la carga salarial del club.
Este tipo de movimientos, donde un jugador es forzado a salir para cuadrar el fair play financiero, demuestran la presión a la que se ve sometido el Athletic. La ambiciosa apuesta por Nico Williams, aunque comprensible desde el punto de vista deportivo, está generando un efecto dominó que obliga al club a ser extremadamente cauto en sus próximas operaciones y a buscar soluciones creativas para mantener el equilibrio económico.