Son muchos los hábitos que solemos tener en casa en general y en la cocina en particular. Todos ellos porque quizás nos hayan enseñado o porque ya forman parte de nuestras costumbres. Sea como fuere, lo cierto es que no salimos tan fácilmente de ellos.
Algo que no siempre es bueno. Porque algunos de los que vamos a mencionar deberíamos dejarlos a un lado. ¿Quieres saber de cuáles nos estamos refiriendo? Seguro que alguno de los mismos también los cometes tú en la cocina. ¡Descúbrelo!
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Llenas demasiado la sartén con la comida
Es cierto que en ocasiones queremos terminar pronto, porque no tenemos más tiempo, salimos para trabajar o quizás, nos esperan nuevas tareas en casa y en la cocina. Pero uno de los hábitos más frecuentes es que llenamos bastante la sartén a la hora de cocinar.
¿Qué provoca esto? Que los alimentos no se van a dorar como esperamos. Por lo que algunos de ellos, pueden quedar demasiado blandos y hasta más llenos de aceite. Reduce la cantidad y tendrás un resultado más sabroso en tus recetas.
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No secas la carne antes de cocinarla
Es uno de los mejores trucos en la cocina. Es cierto que no tenemos que saber todos y cada uno de ellos, pero este se hace especialmente importante. Porque la carne como la del pollo o pavo debe estar bien seca antes de ser cocinada.
Claro que la podrás consumir de igual manera, aunque la cocines sin este paso del secado. Pero lo cierto es que es otro de los hábitos que hacemos en la cocina y que quizás deberíamos cambiar. Porque al secarla bien, hará que se dore antes y que termine con ese acabado tan delicioso a la vista, pero también al gusto.
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No colocar la compra como hacemos habitualmente
Otro de los hábitos que podemos tener en la cocina es este. Cada vez que vamos a comprar, no llegamos con las mismas ganas ni con el tiempo adecuado. Esto puede hacer que las prisas no nos permitan colocar las cosas de una forma adecuada.
Porque seguro que en tu cocina tiene un hueco o espacio para ordenar los alimentos. De modo, que siempre que vamos a ellos, sabemos dónde están. De ahí que si llegamos y colocamos los productos de maneras diversas, nos dejarán un terrible caos en nuestras alacenas. ¿Te ha pasado alguna vez?
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Pasar de los botes para la pasta y arroces
Si te han regalado unos botes de pasta y arroz, de esos que también suelen ser decorativos, ¿Por qué no les das el uso necesario? Es que en ocasiones es algo que nos preguntamos cuando entramos en la cocina y los vemos vacíos. Esto es porque seguro que no te paras a hacerlo.
Quizás por comodidad, pasamos de rellenar los botes y como consecuencia, tenemos los macarrones y el arroz en su propio paquete con una pinza puesta. Pues la verdad, es que sería más práctico aprovechar dichos botes o frascos. Sobre todo, si los tienes ahí muertos de risa.
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Tener la encimera llena de adornos o cosas innecesarias
Es cierto que una cocina demasiado vacía tampoco es que nos guste demasiado. Necesitamos tener las cosas a mano porque es una de las mejores maneras de facilitarnos el trabajo. Pero la verdad es que en ocasiones, se nos complica todo más y lo dejamos sobre la encimera.
Esto hace que tengamos las superficies llenas de cosas realmente que no nos hacen falta. Seguro que dispones de varios detalles decorativos, aunque sea en forma de tazas, pero que no usas, sino que siempre vas a las de la alacena. Hay que tener un orden bastante cauteloso en esta zona.
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No siempre es buena la sartén anti-adherente
Es cierto que se trata de uno de los utensilios que nos sacan de más de un apuro en la cocina. Pero entre los hábitos tenemos siempre marcado el de usar la anti-adherente para casi todo. Pues lo cierto es que no siempre nos dejará un buen resultado.
Se dice que las de hierro distribuyen mejor el calor que estas mencionadas y además, son mejores para una cocción a un fuego más alto. Por lo que debemos diferenciar siempre bien el trabajo de unas y de otras, consiguiendo así que los resultados en nuestra comida sean mejores.
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Usar utensilios que ya están muy gastados
Seguro que tienes en tu cocina alguna espumadera o cuchara que ya está con un uso razonable. Es cierto que no tiene porqué ser antigua, pero si le has dado mucho trabajo, se va deformando y gastando, es algo habitual. Pero claro, tenemos la disculpa de que nos da mucho uso.
Pero lo cierto es que cuando ya están tan desgastados, y lo mismo ocurre con ollas o sartenes, lo mejor es cambiarlo. Porque no sabemos si pueden soltar sustancias nocivas. Es por ello que cuando algo ya no sirve hay que reemplazarlo siempre que podamos.
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No calentar la sartén antes de añadir la comida
Quizás es algo que no tenemos tanto en cuenta y por eso, se considera otro de los hábitos que bien podríamos cambiar radicalmente. Aunque no seamos grandes chefs sí que es cierto que si seguimos una serie de opciones, los resultados pueden ser mucho mejor en nuestros platos.
Por eso, en este caso, dicho paso es sencillo. Se trata de poner a calentar un poco la sartén antes de empezar a añadir los demás ingredientes. Al calentarse, intensificará más el sabor de las carnes, por ejemplo. Pero lo mismo pasa con las verduras, así que, permítete el descubrirlo.
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Guardar los alimentos sin tapa en el frigorífico
Lo cierto es que para mantener bien los alimentos, siempre se necesita que estén tapados. De este modo, no entrará nada que pueda alterar su sabor o bien, su olor. Sobre todo cuando hablamos del frigorífico donde los olores se pueden combinar.
Por eso, otro de los errores es que en ocasiones colocamos la comida que nos sobra pero sin ningún tipo de tapa. Ya puede ser esta o bien, un poco de papel film. Todo ello, acuérdate de meterla en la nevera cuando dicha comida esté bien fría.
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No limpiar bien el fregadero
Es cierto que siempre solemos pasarle una bayeta a las superficies de la cocina. Pero uno de los hábitos que no seguimos tanto como deberíamos es la atención al fregadero. Ya que es cierto que siempre suele quedar algún que otro resto de comida.
Por este motivo, es bueno que lo limpiemos a fondo, previniendo así futuros atascos y con ellos los malos olores. Se recomienda aplicar un producto desatascador y evite todo ello. ¿Cuántos de estos hábitos los cumples?
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