Con una consistencia cremosa, pero más firme que el flan común, el flan napolitano se convierte en toda una tentación que se ubica entre un flan tradicional y una tarta de queso. Tal como otros postres sencillos y rápidos de hacer, esta delicia lleva una base azucarada con huevos, leche y otros ingredientes que la hacen irresistible.
Para que disfrutes de la experiencia de degustar un postre delicado y exquisito, quédate a conocer todo lo que tienes que saber y anímate a prepararlo para que te deleites como nunca.
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¿Cómo era el flan en sus inicios?
Este postre, que se remonta a los romanos, quienes lo preparaban dulce, pero también salado, se ha adaptado a millones de recetas y las combinaciones posibles para darle sabores diferentes y deliciosos son casi infinitas.
Las recetas con leche y huevos comenzaron en la antigua Roma y en sus inicios, se añadían sal y pimienta para dar sabor. Con el tiempo, se adaptó como postre y su dulzor era considerablemente mayor al de la actualidad, puesto que utilizaban miel como endulzante.
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Flan napolitano: el postre que no es italiano sino mexicano
De todos los tipos de flan que existen en el mundo, el flan napolitano destaca por su consistencia firme y a la vez sedosa, lo cual lo ubica entre la suavidad y cremosidad del tradicional flan español, y la consistencia firme de una tarta de queso.
Si bien, el nombre de este postre parece señalar que el mismo es de origen italiano, lo cierto es que no es así, el flan napolitano es de origen mexicano; y todo parece indicar que el nombre obedece al hecho de añadir queso entre los ingredientes de su preparación.
En todo caso, se afirma que los nombres de estas preparaciones dulces, se originaron de la fusión de ingredientes y modos de cocción de la cocina española y latinoamericana; de hecho, postres similares al flan napolitano, se conocen en Venezuela como quesillo, y en Ecuador, por ejemplo, como queso de leche. Ahora sí, pasemos a los ingredientes de esta delicia.
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Ingredientes para un auténtico flan napolitano para 8 personas
A diferencia del tradicional flan español, cuyos ingredientes son solamente huevos, leche, azúcar y vainilla, el napolitano lleva otros ingredientes que son precisamente los responsables de otorgarle la consistencia que le caracteriza. Toma nota de cada uno de ellos y no te pierdas ningún detalle de su preparación.
Los ingredientes que vas a necesitar para preparar este delicioso postre son: 6 huevos tamaño L, 400 ml de leche condensada, ½ litro de leche evaporada, 300 gramos de queso crema tipo Philadelphia.
Para la preparación del caramelo, necesitarás solamente 100 gramos de azúcar, puesto que se preparará con el método de azúcar quemada; es decir, sin añadir ningún líquido para acelerar el proceso.
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Leche condensada y evaporada, delicias que también puedes preparar en casa
No solo el queso crema es responsable de aportar una consistencia diferente a este postre, sino que también la leche condensada cumplirá un importante papel en la cremosidad. La leche evaporada, por su parte, aportará un delicioso sabor y aroma que añade un toque especial al flan napolitano.
Ambos ingredientes los puedes conseguir fácilmente en cualquier supermercado; sin embargo, si así lo deseas, también puedes preparar en casa la más dulce leche condensada y la mejor leche evaporada que hayas imaginado.
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Cómo preparar caramelo
Para la preparación del caramelo, simplemente coloca al fuego una olla o cazo y vierte los 100 gramos de azúcar para que esta se vaya quemando hasta fundirse por completo y quedar dorada.
Cocina el caramelo a fuego medio y no lo toques hasta que el azúcar esté completamente fundida, pues de lo contrario corres el riesgo de que se cristalice.
Una vez que lo tengas listo, viértelo inmediatamente en un molde con capacidad de litro y medio a dos litros y cubre completamente el fondo del mismo. Reserva mientras preparas la mezcla.
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Comienza suavizando el queso crema
Cuando tengas listo el molde con el caramelo, comienza con la preparación de la mezcla para el flan. Lo primero que debes hacer es trabajar el queso crema, especialmente si este lo tenías en la nevera y se encuentra frío.
Ponlo en un bol y comienza a batirlo con la ayuda de un batidor de alambres manual o con un batidor eléctrico. Bátelo muy bien, hasta lograr que esté perfectamente cremoso y muy suave.
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Añade los huevos
Una vez suavizado el queso crema, puedes añadir los huevos. Para añadirlos, cáscalos uno a uno y añádelos mientras continúas batiendo con el batidor.
Si utilizas un bol, hazlo de la forma en que te indico, pero si estás usando una licuadora, puedes añadirlos todos a la vez y licuar a máximo para integrarlos perfectamente.
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Cómo verter las leches en la mezcla del flan napolitano
Mezclados el queso crema y los huevos, solo falta incorporar la leche condensada y la leche evaporada. En caso de mezclar en un bol, añade primero la leche condensada y finalmente la evaporada. Licua poco a poco hasta dejar la mezcla más líquida; de este modo evitarás salpicaduras.
Si estás mezclando en licuadora, puedes verter las leches juntas, encender la licuadora y unificar todo bien de una vez.
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Prepara todo para la cocción a baño maría
La cocción del flan napolitano se lleva a cabo como los otros flanes más tradicionales; es decir, a baño maría. Por lo tanto, enciende el horno a 170 °C con calor arriba y abajo y espera que tenga la temperatura indicada.
Coloca el molde con el caramelo dentro de una bandeja alta, en la que puedas poner agua caliente para la cocción a baño maría. Vierte la mezcla del flan en el molde con caramelo e introduce la bandeja en el horno. Pon el agua caliente en la bandeja hasta llegar a la mitad del molde que contiene el flan y deja en el horno durante 1 hora y 15 minutos.
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Consejos para un flan napolitano perfecto
Una vez que coloques la bandeja dentro del horno, evita abrir este durante el tiempo indicado de cocción. Al finalizar, retira la bandeja con cuidado para evitar quemaduras y espera un tiempo prudencial para que se enfríe por completo.
Cuando esté a temperatura ambiente, llévalo a la nevera y déjalo enfriar por completo al menos por 4 horas (queda mejor si lo dejas hasta el día siguiente). Llegado el momento de desmoldarlo, pasa con cuidado un cuchillo por los bordes y desmolda sobre un plato con bordes altos para que no se derrame el caramelo.
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