Exteriores insiste en que la relación con Marruecos está mejorando pero evita detalles para no frustrar los esfuerzos

La relación con Marruecos está mejorando al ritmo que tiene que hacerlo para lograr forjar la «relación del siglo XXI» que los dos países tienen en mente pero para ello se necesita tiempo y también discreción, de ahí el que el Gobierno no quiera entrar en mucho detalle sobre sus gestiones para no dar al traste con los esfuerzos realizados, explican fuentes de Exteriores.

«Las cosas van mejorando al ritmo que tienen que ir mejorando», defienden las fuentes, que inciden en que hay que poner la situación en perspectiva y tener en cuenta que los dos países vienen de «una crisis muy profunda» pero ahora están inmersos en sentar las bases de una nueva relación, como han señalado ambos monarcas, primero Mohamed VI en agosto y luego Felipe VI en enero.

Las fuentes señalan que de lo que se trata es de garantizar una nueva relación que no se vea jalonada de crisis cada pocos años y para ello «hay que generar confianza». Por regla general, «generar confianza puede llevar años pero se puede perder en un minuto», admiten las fuentes.

HAY UNA RELACIÓN FLUIDA

En este sentido, y como ya ha dicho el propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguran que hay una «relación fluida» y el jefe de la diplomacia mantiene contactos frecuentes con su homólogo marroquí, Naser Burita.

Las cosas avanzan al ritmo que se han marcado los dos países y en el caso de España, puntualizan las fuentes, tiene «la mano tendida para seguir avanzando», aunque recalcan que «el tiempo en diplomacia, y más en una relación tan densa como la que hay con Marruecos, no es el tiempo mediático».

Así las cosas, las fuentes evitan entrar en detalles sobre las gestiones concretas que se están realizando con el reino alauí en temas de interés para España, como puede ser la reapertura de los puertos marroquíes tras dos años de cierre por la pandemia. «Sería contraproducente», sostienen, subrayando que lo importante es «anunciar las cosas cuando sucedan para que no se frustren».

Las citadas fuentes tampoco han querido concretar la decisión del Gobierno de ayudar a Marruecos a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en España de Gas Natural Licuado (GNL) comprado por Rabat y que luego será enviado al reino mediante el gasoducto que anteriormente hacía llegar a la península gas de Argelia.

El Gobierno siempre está «dispuesto a escuchar a los socios si necesitan nuestra ayuda» y esto es lo que ha ocurrido en esta ocasión, responden las fuentes al ser preguntadas sobre si el gesto tendrá alguna contrapartida por parte de Rabat que beneficie a España.

Las fuentes tampoco han querido aclarar si se ha informado de antemano a Argelia de los planes, limitándose a reconocer que es un «socio energético de primer orden» para España, toda vez que es su primer suministrador de gas, y a subrayar que el Gobierno desea «mantener la mejor relación posible» tanto con Argel como con Rabat.

NO ACLARAN SI SE AVISÓ A ARGELIA

La decisión de ayudar a Marruecos podría incomodar a Argelia, si bien el gas que se enviará a través del gasoducto por el que antes llegaba el gas argelino será el GNL que adquiera Rabat en el mercado internacional y que será regasificado en España hasta que el país vecino cuente con instalaciones propias para poder llevar a cabo esta tarea.

Cabe recordar que Argel rompió relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto y en noviembre procedió al cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME). Con ello, Marruecos, además de perder los ‘derechos de paso’ millonarios que ingresaba por el tráfico del gas, vio peligrar su abastecimiento energético, en especial para los dos ciclos combinados de Tahaddart y de Ain Beni Mathar, que cubren en torno al 10% de la producción de electricidad del país.