La dieta puede considerarse un elemento muy poderoso para la prevención del cáncer de colon. La razón fundamental es que se trata de un factor que podemos modificar, mientras que otros no están en nuestras manos para no sufrirlo. Como siempre tenemos que tener en cuenta, una alimentación sana, aunque siga el patrón de la dieta mediterránea, no es una garantía absoluta frente al cáncer de colon.
Pero lo que sí puede hacer es reducir la probabilidad de padecer este cáncer de color. De todos modos, los hábitos tienen mucho que ver con la aparición de este tumor. De hecho, el 90% de los casos podrían evitarse cambiando la alimentación y empezando a practicar ejercicio con regularidad. Ahora bien, ¿qué tipo de alimentos son más propensos a darnos cáncer de colon? Lo repasamos.
3Los embutidos y su efecto en el cáncer de colon
Así, como decimos, la moderación en el consumo de los mismos alimentos debería ser la norma. La mejor recomendación es que podamos seguir una alimentación variada y equilibrada que incluya hidratos de carbono, presentes en las verduras y hortalizas, cereales (pan, pasta, arroz), frutas, legumbres; grasas, como el aceite de oliva, e incluir alimentos que aporte proteínas como el huevo, carne, pollo, pescado y legumbres.
En todo caso, hay alimentos como los embutidos que, si no se cuidan, pueden ser más propensos a padecer cáncer de colon. Por un lado está la presencia de hierro hemo de la mioglobina, que puede tener efecto sobre otros compuestos creando radicales libres capaces de atacar al ADN celular.
Con todo, en la mayoría de los embutidos está la existencia de nitrosaminas, compuestos añadidos para mantener la estabilidad y el color, que en cantidades menores no son peligrosas, pero que en un consumo continuado pueden acumularse en las células, aumentando el riesgo de mutaciones que den lugar a este cáncer de colon. Como decimos; no tenemos que prohibirlo, pero sí cuidarlo en nuestra alimentación moderada.
