De todos los dulces fáciles de hacer, las nubes de azúcar son unos de los más sencillos y rápidos que puedes preparar. Estas delicias azucaradas, también son las favoritas por grandes y pequeños. Y sin lugar a dudas, una vez que las prepares de forma casera, solo querrás hacerlas tú mismo.
Anímate con esta sencilla receta de solo tres ingredientes y descubre el placer de hacer y disfrutar de manera 100% casera las nubes de azúcar.
Las nubes de azúcar, esponjitas o malvaviscos, son muy tradicionales en las fiestas infantiles. Sirve también unas dulces palomitas de maíz y disfruta de postres rápidos para los más pequeños.
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Ingredientes que necesitas para hacer las nubes de azúcar
Tal como te he comentado, las nubes de azúcar son excepcionalmente sencillas de hacer y aunque al verlas en las tiendas puedas pensar que es imposible alcanzar esa consistencia perfecta en casa, la verdad es que con apenas 3 ingredientes te quedarán perfectas.
Para prepararlas solo necesitas: 200 gramos de azúcar, 200 ml de agua, 1 sobre de gelatina neutra en polvo de 20 gramos, 1 sobre de gelatina del sabor de tu preferencia de 20 gramos y azúcar pulverizada para decorar.
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Neutra y de sabor, ¿es necesario tener ambas?
En los ingredientes se incluyen tanto la gelatina de sabor como la neutra para tener un resultado perfecto; no obstante, puedes escoger utilizar solamente gelatina neutra y perfumar las nubes de azúcar con un poco de vainilla o limón.
Ahora bien, la ventaja que te ofrece mezclar ambas gelatinas es muy sencilla. Al hacerlo, puedes usar la gelatina del sabor que prefieras y de esta manera no solo añadirás un rico gusto, sino también, un bonito color. Además, al ser un dulce tan económico de hacer, puedes comprar gelatinas de diferente sabor y hacer tus propias combinaciones.
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Comienza por la gelatina
Como en todos los dulces en los que se encuentra la gelatina como ingrediente, en esta ocasión es necesario arrancar con la hidratación de estas.
Pon en una olla el agua y llévala al fuego. No es necesario que rompa a hervir, simplemente, déjala hasta que notes que comienza a humear. Disminuye el fuego y añade la gelatina neutra. Remueve muy bien con unas varillas metálicas hasta que esté completamente disuelta.
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El toque dulce distintivo de estas esponjosas nubes
Una vez que observes que la gelatina neutra está completamente disuelta, agrega la gelatina saborizada y disuélvela completamente.
Cuando ambas gelatinas estén bien disueltas, incorpora el azúcar y con el batidor de varillas disuélvela por completo. No dejes de remover la mezcla y déjala en el fuego por unos 5 minutos más mientras continúas removiendo.
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Reposa la mezcla para tus nubes de azúcar
Al transcurrir unos 5 minutos, retira la olla del fuego y vierte la mezcla de gelatinas con el azúcar en un bol.
Para hacer las nubes de azúcar, el tiempo de reposo es necesario, así que en este paso, toca armarse de paciencia y sencillamente esperar que transcurran un par de horas o 3 hasta que se ponga completamente fría.
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Elige el tipo de molde correcto para hacerlas
Mientras esperas que la mezcla se enfríe, puedes ir escogiendo y preparando el molde que usarás para dar forma a las nubes de azúcar; pues, ya los pasos restantes para su preparación son sumamente sencillos.
Utiliza preferiblemente un molde de silicona; este tipo de material facilitará el proceso de desmoldar las nubes una vez que estén completamente listas. Forra el molde con papel vegetal y espolvoréalo con azúcar impalpable.
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Esta es la forma en que debes terminar la masa de las nubes de azúcar
Con la mezcla completamente fría, ha llegado el momento de trabajarla para formar las nubes de azúcar logrando la consistencia emblemática de estas.
Utiliza unas varillas eléctricas y comienza a batir la mezcla de las nubes hasta que esta tome una consistencia de espuma. La mezcla debe quedar muy parecida a la que obtienes cuando montas claras de huevo a punto de nieve.
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Reposa para que tome la consistencia perfecta
Una vez que tengas la consistencia deseada, vierte la mezcla en el molde que preparaste. Cuando lo hayas hecho, espolvorea azúcar pulverizada sobre esta y llévala a la nevera.
El reposo de las nubes de azúcar es lo que más demora; sin embargo, la espera valdrá la pena; pues, de esta forma tendrán la consistencia final soñada. Antes de introducir el molde a la nevera, fórralo con papel film. De esta forma evitarás que las nubes de azúcar absorban olores de la nevera. Repósalas por 24 horas.
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Termina este rico dulce y prepárate para disfrutarlo
Transcurridas las 24 horas de reposo dentro de la nevera, las nubes deben encontrarse perfectas, así que es el momento de desmoldar.
Retira el papel film y pasa con suavidad un papel absorbente por las nubes y sécalas completamente antes de proceder a desmoldar.
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Termina las nubes y disfrútalas
Con las nubes bien secas, ahora procede a desmoldarlas. Espolvorea una cantidad generosa de azúcar pulverizada en una mesa y voltea el molde sobre esta. Corta con un cuchillo y espolvorea con azúcar glas para que quede bien cubierto.
Para agilizar el proceso, evita pasar los trozos uno a uno por el azúcar glas y mételos dentro de una bolsa con un poco de esta. Mueve un par de veces y quedarán perfectamente impregnados. Disfrútalas cuando quieras. Tal como ves, son más fáciles de preparar de lo que imaginas.
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