El acusado de secuestrar y maltratar a su expareja en Úbeda lo niega

El acusado de llevarse por la fuerza a su exnovia y mantenerla encerrada sin ropa y sin comida mientras la amenazaba de muerte e insultaba por haberle abandonado ha negado todas las acusaciones, mientras ella se ha ratificado en todos y cada uno de los términos de la denuncia que formuló sobre estos hechos.

«No es cierto», es la frase que el acusado, de 35 años, ha repetido hasta en más de una decena de ocasiones para negar los hechos por los que ha sido juzgado este miércoles en la Audiencia de Jaén.

R.R.C. ha sostenido ante el tribunal que fue su expareja la que le llamó pidiéndole ayuda porque un hombre la tenía retenida en contra de su voluntad. Él, que en ese momento tenía una orden de alejamiento, mandó a un amigo con su coche para que la recogiera y pudiera regresar a casa. Es la versión que ha mantenido para intentar justificar que él nada tuvo que ver que lo que le ocurrió a la mujer con la que mantuvo una relación sentimental durante dos años.

Por su parte, ella, protegida por un biombo, ha ratificado todos y cada uno de los puntos de sus denuncia y ha relatado cómo se la llevó de la calle en contra de su voluntad y cómo permaneció 24 horas encerrada en su casa sufriendo agresiones e insultos.

«Le tenía tanto miedo que me fui con él, yo sabía lo que era estar con él», ha declarado la mujer, al tiempo que ha contado las agresiones mientras él le decía que la iba a matar y que «yo era peor que un perro».

Los hechos, por el que el Ministerio Fiscal le reclama 12 años de prisión, se remontan al 25 de agosto de 2019 cuando el acusado R.R.C. conducía sin permiso por Úbeda (Jaén) y divisó a su exnovia en la calle con la que tenía una orden en vigor de alejamiento y de prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.

El acusado, según ha mantenido el Ministerio Fiscal paró el vehículo, se bajó y abordó a la mujer por la espalda al tiempo que la introducía en el coche «en contra de su voluntad» para seguidamente quitarle sus pertenencias y así «evitar que pidiera auxilio».

Durante el trayecto, y siempre según la versión del Ministerio Fiscal, el acusado no paró de decirle a su exnovia que «se olvidara de su vida, que sólo iba a estar con él», al tiempo que no paraba de insultarla.

«Si no estás conmigo, te mato», «las palizas de ahora no van a ser como las primeras» o «yo lo tengo todo perdido porque voy a ir a la cárcel, pero tú lo tienes todo perdido también», son algunas de las frases que supuestamente refirió el acusado y que ha recogido el Ministerio Fiscal.

Una vez en Jaén, y siempre según el relato de la fiscal, el acusado introdujo a la fuerza a la chica en el domicilio, le rompió el teléfono móvil y la tarjeta SIM «con la clara intención de dejarla totalmente incomunicada» y acto seguido comenzó a agredirla «lanzándole ceniceros y botes de champú, propinándole puñetazos por el cuerpo y rostro», así hasta que cayó al suelo donde siguió dándole patadas.

Cuando se cansó de golpearla la cogió por el pelo, le quitó toda la ropa «por la fuerza» y la metió en la ducha donde siguió golpeándola mientras la mojaba con agua fría. Al final, el acusado se marchó y la dejó encerrada durante hora y media en el baño sin ropa y sin toalla, mientras ella le pedía que le dejara marchar.

«La perjudicada pidió insistentemente a R.R.C. que la dejara marchar negándose el acusado a ello en todo momento, y negándose a darle de comer diciendo que la perjudicada era un perro y no se merecía comer», ha relatado la fiscal.

Casi 24 horas después de que se la llevara por la fuerza, la acusada pudo escaparse en un descuido del acusado que salió del domicilio sin cerrar la puerta con llave. Lo pudo hacer, según ha declarado la mujer, porque «para intentar ganármelo, le dije que le perdonaba y que le quería».

La Fiscalía imputa siete delitos al acusado, entre ellos el de detención ilegal, maltrato, amenazas, contra la integridad moral y daños. Además, ha introducido la agravante de género, junto con la de reincidencia y parentesco. Por todos ellos le pide más de 12 años de cárcel y multa de 900 euros. Además, solicita 21 años de alejamiento y de prohibición de acercarse a la víctima y que se vigile su cumplimiento a través del sistema telemático de control.

En lo que respecta a responsabilidad civil, se le reclama por parte del Ministerio Público que indemnice a la perjudicada en un total de 850 euros por las lesiones y por el móvil que le rompió.

El abogado de la acusación particular, Juan Escudero, ha pedido también entre 12 y 14 años de prisión. Escudero ha subrayado que durante todo el procedimiento la declaración de la víctima ha sido «bastante detallada, bastante coherente, sin ningún tipo de contradicción».

También el Ministerio Fiscal ha destacado en su intervención final que la mujer ha mantenido su relato «sin contradicciones y sin fisuras» y ha contextualizado lo ocurrido en un ambiente de «dominación» en el que el acusado la trataba «peor que a un animal».

Desde la defensa, ejercida por Amando Moreno, ha pedido la libre absolución por entender que «faltan pruebas condenatorias» y que «no hay consistencia en el relato de los hechos».

El juicio ha quedado visto para sentencia tras ofrecer el tribunal al acusado la última palabra, algo que ha sido denegado por el R.R.C., que ha dicho no tener nada más que añadir.