La renovación del Real Madrid con Sergio Ramos se encalla y no es la primera vez que hay roces entre entre el capitán y su presidente, Florentino Pérez. Dos cabezas visibles de una negociación que ha pasado de iniciarse entre actores secundarios a ponerse en manos de ambos protagonistas, que se conocen de muy cerca desde hace 16 años.
Un cóctel que en el pasado ha generado un historial de desencuentros (la tensísima renovación de 2015, la supuesta oferta china de 2019...) que parece inevitable que siga pesando, de una manera u otra, en el presente. Hay cicatrices. Sin embargo, y con la amenaza del PSG y una factible salida gratis por parte del sevillano, lo cierto es que no es el único futbolista que ha tenido líos y enfrentamientos con Florentino Pérez. Los repasamos.
4La rota relación de Florentino Pérez y Raúl... con Morientes de protagonista
El siguiente en la lista fue Raúl González, quien también compartió vestuario en los primeros años de Sergio Ramos en el club blanco, por lo que conoce de cerca la situación con Florentino Pérez. Heredero natural de Hierro en la capitanía del equipo, el '7' blanco recogió el testigo ya en medio del enfrentamiento de parte del vestuario con el presidente.
Una situación que se mantuvo enrarecida hasta la precipitada salida de Raúl del club rumbo al Schalke 04 al no querer aceptar el rol secundario en el equipo que le ofrecían Pérez y Mourinho. Una semilla del divorcio entre el eterno capitán y el presidente que tuvo a otro protagonista implicado: Fernando Morientes. Así lo contó Toni Grande, mano derecha de Vicente del Bosque, donde era entrenador del Real Madrid.
"Recuerdo perfectamente lo que pasó en el estadio Luis II, de Mónaco", dijo. ·Cuando quedaba menos de una hora para enfrentarnos al Feyenoord, con el título de la Supercopa en juego, entró Jorge Valdano a la caseta y, dirigiéndose a Vicente, le dijo: 'Dígale a Fernando Morientes que no se vista porque va a ser traspasado. Es una orden del presidente y no hay vuelta de hoja'".
Al conocer conocer la noticia, la mayoría de los jugadores pusieron el grito en el cielo. Sobre todo Raúl, que para él Morientes es como un hermano. Aquella postura del presidente era inexplicable, porque Fernando podía haber estado en el banquillo junto a los suplentes. Al regresar a Madrid, alguien informó a Florentino del monumental enfado que cogió Raúl y las relaciones entre los dos ya no fueron las mismas. Desde entonces, el trato entre el presidente y la estrella blanca fue cada vez más distante.





