Por qué tus emociones no son tan especiales como te piensas

Uno de los grandes temas de estudio de los antropólogos, psicólogos y otros estudiosos de la conducta humana es la expresión de las emociones. ¿Ponen las mismas caras cuando están tristes los vecinos de Manhattan, los inuits de Alaska y los habitantes de Kenia?, ¿experimentamos del mismo modo los sentimientos y los comunicamos igual, o depende de la cultura y de la educación recibida por cada una? Es este un tema fascinante que se ha estudiado también en animales, para tratar de descubrir si existe un patrón universal en las emociones: la sonrisa para la alegría, la cara larga para la tristeza, el rostro crispado de miedo…

De lo que no cabe duda es que las emociones tienen siempre una base fisiológica y biológica. Unos músculos se mueven, el pulso se acelera, la respiración se entrecorta…que parecen ser comunes a todos los seres humanos en todos los contextos posibles. Un reciente estudio ha querido utilizar las nuevas tecnologías y las aplicaciones de la Inteligencia Artificial para determinar de qué modo reaccionan las personas a lo largo y ancho del mundo a situaciones idénticas, y cómo se expresan esas reacciones en sus gestos y sus rostros.

Emociones universales

Emociones

“A lo largo de regiones geográficas muy distintas, hemos encontrado una similitud de hasta el 70% entre contexto social y expresión facial. Esto es una evidencia sustancial de la universalidad de las emociones en un mundo ciberconectado como el nuestro”, se lee en el artículo. El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature bajo el título de “Sixteen facial expressions occur in similar contexts worldwide”.

La psicóloga Lisa Feldman, de la Northeastern University, ha escrito un artículo señalando algunas de las limitaciones que se le pueden achacar a esta metodología. Por ejemplo, no comparte la forma en la que se agruparon y categorizaron las diferentes emociones. Para remediarlo, propone, debería haber estudios en el futuro con una mayor diversidad lingüística y  cultural. No es conveniente traducirlo todo a las categorías del idioma inglés, lo cual puede acabar simplificando y estereotipando las emociones expresadas por personas muy distintas.