La tiroides es una glándula de vital importancia en nuestro cuerpo, aunque realmente no somos conscientes de esa importancia hasta que se desarrolla algún tipo de problema en dicha glándula o relacionado con ella. Sus funciones son, entre muchas otras, la segregación de hormonas, la elaboración de las proteínas y además es la principal reguladora de nuestro metabolismo. Por esta razón, otra más, es necesario cuidar nuestra alimentación para así cuidar nuestro interior frente a las enfermedades. Por todo lo anterior, vamos a ver qué alimentos protegen la tiroides del cáncer.
Alrededor del mundo hay mucha gente que tiene algún tipo de problema en la tiroides y sufre síntomas pero no sabe el motivo del que provienen. Estudios demuestran que la población femenina está más afectada que la masculina, pero el hecho de poder cuidarnos es indiferente del sexo con el que uno se identifique. De hecho, el cáncer de tiroides es común en la actualidad y además muy temido por su situación. Esta enfermedad, como muchas otras, puede aparecer por pura genética, pero como bien sabemos el estilo de vida y la alimentación que llevemos influye en este aspecto.
Como dijimos antes, si la glándula tiroides tiene algún tipo de problema puede generarnos síntomas de todo tipo ya que es vital en nuestro organismo. Los trastornos principales que pueden darse relacionados con la tiroides son el hipotiroidismo y el hipertiroidismo. El hipotiroidismo se produce cuando la tiroides disminuye su actividad y por ende su producción de tiroxina, la hormona que regula el metabolismo. Los síntomas que la delatan son, entre otros, la fatiga, el aumento de peso, la sequedad en la piel o la pérdida del cabello. En el hipertiroidismo el caso es al contrario, la tiroides segrega demasiada tiroxina, por lo que el metabolismo se acelera en exceso y causa síntomas como la pérdida de peso, temblores, sensación de debilidad o nerviosismo.
Para evitar en lo posible estas dolencias vamos a ver alimentos que protegen nuestro tiroides:
Carnes magras
Las denominadas carnes magras son un tipo de carne que tienen un contenido relativamente bajo de grasa. Son un complemento excepcional en la mayoría de las dietas, y también están indicadas para dietas relacionadas con la protección de nuestro tiroides.
Algunos ejemplos de carnes magras son el pollo, el pavo, el conejo o la ternera. Ciertas piezas del cerdo también se las considera como carnes magras por su bajo contenido en grasa, como por ejemplo la pierna.
