Seguro que conoces bien esa sensación tan desesperante. El portátil se recaliente, no arranca, tarda mucho en encender y tú tienes cosas que entregar. Lo ideal es evitar que nuestro ordenador portátil se recalienta, pues las altas temperaturas no hacen sino dañar los componentes electrónicos del ordenador. Son muchos los aspectos que influyen en el calentamiento del ordenador. Hay tres componentes del ordenador con los que debes tener especial cuidado: el procesador, la tarjeta gráfica y el disco duro.
¿Cuántos grados soporta mi portátil?
Si queremos saber la temperatura máxima que soporta nuestro procesador debemos consultar en la página del propio fabricante. Cada CPU soporta unas distintas temperaturas de trabajo aunque, por lo general, acercarnos a los 100 grados es algo que debemos evitar a toda costa. Por lo general, las temperaturas óptimas de trabajo se encuentran entre 40 y 60 grados, intentando siempre que no sobrepasemos los 70/80 grados
Hay varias herramientas que nos ayudan a medir la temperatura de nuestro ordenador. La más útil y cómoda es HWinfo. Es recomendable tenerlo instalado para controlar la temperatura cuando estamos trabajando.
¿Cómo saber que se está recalentando?
Hay varias maneras de detectar si tu computadora portátil está sobrecalentando. Si observas una pantalla negra que aparece repetidamente, si escuchas que un ventilador comienza a emitir sonidos inusuales o necesitas reiniciar tu laptop con frecuencia, esta puede presentar sobrecalentamiento. Otras señales incluyen los reinicios intempestivos, que se observan con mayor frecuencia durante la carga de elementos o aplicaciones gráficas. Normalmente, estos eventos están acompañados de la aparición de la pantalla azul y la BIOS indica si existe algún inconveniente térmico.
Mantener el portátil en alto
Tu portátil agradecerá que no lo tengas pegado a una determinada superficie, sobre todo si esta es madera, cristal o la colcha de la cama. Si te fijas en la estructura, notarás que muchos tienen varias rejillas, unas más frías para coger aire y otras más calientes para expulsarlo. Y aunque están diseñados para evacuar el aire caliente apoyados en una superficie, el calor en verano provoca un calentamiento que se traduce en una mayor cantidad de aire caliente a expulsar.
Si puedes basta con mantenerlo unos centímetros por encima de cualquier superficie, y es tan fácil como colocarle algo que aguante su peso en la parte de debajo, siempre con cuidado de no tapar precisamente la zona de refrigeración.
Bases de refrigeración
Dado el diseño y la estructura del ordenador, abrirlo y colocarle un ventilador o incluso refrigeración líquida es una operación muy complicada y cara para sus resultados. Si no tenemos la opción de enfriar la habitación, hay periféricos más allá del habitual ventilador USB barato que pueden echarnos una mano. Aquí entran en juego las bases de refrigeración.
Se trata de una superficie sobre la que colocamos el ordenador portátil. Esta superficie viene equipada con ventiladores para proporcionarle un extra de aire al equipo o, por el contrario, para evacuar con más facilidad el aire caliente.
Un remedio curioso
Este es un curioso remedio aportado por un usuario de Twitter japonés llamado Akinori Suzuki, que recoge y explica con detalle el blog Science Alert. Lo único que necesitas es una buena cantidad de monedas de cobre, las suficientes como para apilarlas en tu portátil de la misma forma en que lo ha hecho Suzuki.
Como puedes observar en la foto, es preciso colocar las monedas en el espacio que queda entre el teclado y la pantalla. El motivo es simple: es justo ahí donde suele generarse el calor, porque es la zona donde normalmente está la batería del portátil. Los usuarios que se han animado a probar el truco propuesto por este tuitero aseguran que es realmente eficaz y que han logrado rebajar la temperatura de su equipo de manera más que considerable.
Calma: No pongas el equipo a toda máquina
Este apartado tiene varios aspectos a tener en cuenta, siendo el más importante el overclock. Si has revolucionado de más tu ordenador, va a tender a calentarse. Quita este overclock o descarga programas que disminuyen la velocidad del procesador o procesadores.
Por otra parte, evita poner tu ordenador al límite usando programas que lo calienten o lo pongan a máxima potencia. Esto puede conseguirse si usas los programas de control de temperatura o bajando el brillo de la pantalla.
Limpia tu ordenador a fondo
El problema de sobrecalentamiento puede resolverse con una simple limpieza del ventilador. Muchos portátiles están equipados por el fabricante con programas especiales que automáticamente realizan la limpieza del ventilador. Sin embargo, para ventiladores muy sucios, se recomienda una limpieza manual.
El polvo se va acumulando en los ventiladores y eso aumenta la temperatura. Antes de iniciar la limpieza, apaga el equipo y espera a que se enfríe. Este paso es crucial y, al ignorarlo, corres el riesgo de dañar componentes de hardware más delicados.
A continuación, la mejor opción es utilizar un aspirador con una punta de goma cuya velocidad y potencia puedan ser reguladas. Debes ajustar la velocidad al mínimo. Si no tienes este tipo de aspiradora, utiliza una lata de aire comprimido para eliminar el polvo alojado en cualquier ranura en el sistema de enfriamiento de tu portátil.
