Es ya un tópico eso de que el perro es el mejor amigo del hombre. Pero, por muy tópico que sea, no significa que sea falso. Una amistad difícil, hay que puntualizar. Y es que, ¿qué amigos lo son sin poder hablarse, contarse sus secretos y confidencias? Cualquiera que haya tenido una mascota, que haya sido amigo de un perro, sabe que esto pasa a un segundo plano. La comunicación viene por otro lado.
De todos modos, no estaría de más que los perros hablasen y nos comunicasen lo que les pasa. “Me duele aquí”, “tengo hambre”, “quiero esto”, “no quiero aquello”, “eso no me gusta”….Es algo que facilitaría mucho las cosas, para qué negarlo. El dueño de un perro se pasa la vida descifrando gestos, haciendo adivinanzas y suposiciones sobre su perro. ¿Será esto, será lo otro? Y nunca hay una respuesta clara y definitiva. Estos son algunas cuestiones que está bien tener en cuenta si tienes en perro. Y él, seguro, te lo agradecerá. Allá van.
No soporta los ruidos altos
Los perros tienen una audición privilegiada que les permite reconocer un gran número de sonidos, incluso a distancias considerables. Esta capacidad adaptativa fue esencial para la supervivencia de la especie, permitiéndole evitar exponerse a amenazas y depredadores, además de tener mayor éxito en su cacería.
Es perfectamente natural que un perro se sobresalte frente a ruidos fuertes o violentos, y quiera esconderse o huir para preservar su bienestar. No es más que una respuesta adaptativa del organismo. Los humanos escuchamos sonidos entre 20 y 20000 Hz, y los perros son capaces de oír hasta dos veces más alto (55000 Hz).
El ejercicio es necesario
El ejercicio físico influye directamente en la salud y en el bienestar de los perros. Igual que en los humanos, eso no es ningún secreto. Puede ser muy útil, además, para prevenir la aparición de problemas de conducta como la depresión o la ansiedad.
Lo ideal sería dar con tu perro unos 3 o 4 paseos al día, que ocupen en total un mínimo de cuarenta minutos. Durante ese tiempo es importante dejar al perro a su aire, que olfatee y vaya a su bola explorando el ambiente. Los perros también pueden aburrirse, y no permitirles desahogarse a su aire puede generarle frustración.
La rutina
Los perros necesitan rutina. Una rutina diaria repercute directamente en el bienestar del animal siempre y cuando, por supuesto, sea una rutina con hábitos adecuados. Es fundamental mantener un orden en su día a día, con el fin de favorecer una buena educación y lograr un estado de calma y serenidad para el animal.
Es decisivo marcar unos horarios concretos y claros para las actividades cotidianas, principalmente para comer o pasear. Por ese motivo, a la hora de educar a nuestro perro, debemos tener claro en qué horarios podemos atenderle, y qué horas le convienen a él.
Cuidado con la comida
El sistema digestivo de los perros es muy diferente al de los seres humanos. Ciertos alimentos que a nosotros nos parecen un manjar pueden resultar muy dañinos para el animal. Es muy importante informarse sobre esto, pues un descuido puede generarle graves daños a tu perro.
Frutas como las uvas o las pasas pueden dañar los riñones del perro, y tampoco es recomendable darles chocolate, café, nueces o aguacate.
Juguetes nuevos
Puedes pensarte que a los perros les da igual todo lo que les rodea, y que están muy felices mirando a las musarañas en su mundo. Error. Los perros necesitan incentivos, pueden aburrirse, frustrarse, y les gusta descubrir y probar cosas nuevas.
Por esa razón los juguetes pueden ser un gran aliado para que tu perro alcance la felicidad. Comprarle juegos nuevos le despertará interés, tendrá que ensayar nuevos movimientos y rutinas. Es una forma excelente de evitar que se ancle en la monotonía.
Hacerles la cama
“Si a mí no me importa dormir con la cama deshecha, ¿cómo va a importarle al perro?” Pues sí, le importa y mucho. Los perros son animales comodones y, si te fijas, notarás con qué placer se recuestan en el sofá o en su cama cuando tienen ropa nueva.
Esto es especialmente importante con los perros adultos y, aún más, en los ancianos. Estos animales necesitan reposar y descansar mucho. Por ese motivo hay que hacerles la cama, extenderles bien la manta para que estén cómodos y evitar la aparición de callosidades y malestar físico.
Perros zurdos y diestros
Parece mentira, pero así es. Fíjate con qué pata arranca el paso para saber si es zurdo o diestro. Según aseguran los expertos, ser zurdo o diestro puede determinar ciertos rasgos de su carácter y comportamiento.
Parece ser que los perros diestros son más habilidosos en su relación con las personas y son idóneos para ejercer de perros guía. Y existen también los perros ambidiestros que, según ciertos estudios, serían más reactivos a ruidos fuertes como las tormentas.
Los perros perciben tu estrés
Que los perros perciben el estrés de sus tutores y otras emociones es algo que todos sospechamos, pues cualquier dueño de un can afirmará que su mascota sabe cuándo está triste o contento. El sonido y las expresiones faciales son un lenguaje universal.
Pero, además de percibir los estados emocionales de sus dueños, los perros se contagian de ellos y generan respuestas fisiológicas acordes a la situación. Si estás pasando una mala racha, con mucho estrés y agobio, es probable que también notes a tu perro nervioso.
A los perros les gusta la música
Al igual que nos sucede a los humanos, la música estimula a los perros a nivel emocional y sensorial. Aunque parezca mentira, los canes tienden a tener un oído mucho más fino y desarrollado que el de las personas.
Se sabe a ciencia cierta que la música clásica calma a los perros y que lo que más les gusta es la música vocal. Si tu perro va a pasar algunas horas solo en casa, si tiene miedo a las tormentas o a los petardos, prueba a ponerle música para relajarle.
Los beneficios de las caricias
Hay investigaciones científicas que demuestra que acariciar a nuestro perro nos hace más felices y reduce nuestra presión sanguínea. Al hacer esto, nuestro organismo libera oxitocina, una hormona que contribuye al bienestar psicológico. Lo curioso es que eso es lo mismo que pasa en el cuerpo del perro al acariciarlo. Beneficios mutuos del cariño.
