Efectivos en la lucha contra el fuego siguen refrescando la zona afectada por el incendio forestal que este fin de semana en Sant Antoni de Portmany (Ibiza) ha calcinado cerca de seis hectáreas de pinar.
Según ha informado el Ibanat en su cuenta de Twitter, en el incendio de nivel 0 siguen actuando dos autobombas, 12 brigadistas, un agente de medio ambiente y un técnico. Asimismo, se realizan labores de vigilancia para evitar que se reactive algún foco.
El fuego quedó controlado este domingo sobre las 11.30 horas y por el momento no se da todavía por extinguido.
En declaraciones el alcalde Marcos Serra ha explicado este lunes que la Guardia Civil sigue investigando las causas. Según ha destacado, un vecino de la zona relató a los agentes que había visto cómo un vehículo abandonaba el lugar justo a la misma hora en la que comenzó el incendio.
La Guardia Civil habría localizado ya al propietario del turismo y, por ahora, «parece que no hay indicios de que sea el culpable», según ha aclarado Serra.
«La Guardia Civil sigue con su trabajo y si hay algún culpable, esperamos que se localice cuanto antes y se haga justicia», ha afirmado el primer edil, asegurando también que se baraja tanto que el fuego haya sido provocado como fortuito.
En la zona, ha recordado, suelen realizarse acampadas y asentamientos ilegales, con los peligros que pueden conllevar.
EL ALCALDE AGRADECE EL TRABAJO DE LOS EFECTIVOS
El alcalde ha agradecido el «gran trabajo» realizado por todos los efectivos que combatieron el incendio, recordando que «gracias a ellos, la cosa no fue a más».
El fuego, declarado el sábado sobre las 15.46 horas, quedó estabilizado ese mismo día por la noche en torno a las 23.15 horas. Este se inició en la falda sur de Sa Talaia, donde había más peligro por la proximidad del núcleo urbano de Sant Antoni, y ascendió con bastante velocidad y pasó a la ladera norte de la montaña.
Según ha explicado el Ayuntamiento de Sant Antoni, la rápida progresión del fuego es lo que más dificultó su extinción. En el momento en que llegó a la cima, la intensidad se redujo, lo que permitió un mayor control del incendio.
Afortunadamente, el desarrollo del incendio fue en dirección contraria al pueblo, por lo que no hubo riesgo para las viviendas; únicamente fueron retirados algunos vehículos de la zona boscosa.
El alcalde ha reconocido que la cercanía de las llamas «provocó situaciones de riesgo y peligro».