La razón por la que los atascos serán peores con la llegada del coche autónomo

El tráfico en las ciudades aumentaría entre un 50% y un 10% en 2050 si la llegada de los coches autónomos sin conductor se produce sin ninguna regulación, lo que supondría estar en «una hora punta permanente», al tiempo que las emisiones aumentarían un 40% y se entorpecerían los compromisos climáticos de la UE.

Así se recoge en un estudio realizado por Transport and Environment (T&E), una federación europea con sede en Bruselas (Bélgica) formada por 60 organizaciones en 25 países, entre ellas dos de España: Ecologistas en Acción y PTP (Asociación para la Promoción del Transporte Público).

El estudio, difundido este martes, indica que ese incremento del tráfico podría producirse debido a que, al circular sin conductor y disponer de una energía barata, el transporte en los ‘taxis’ del futuro será mucho más asequible, lo que conducirá a un aumento de la demanda.

Los nuevos usuarios del coche autónomo podrían provenir de antiguos usuarios del transporte de personas que se desplazaban en bici o caminando, o de un aumento de la demanda de viajes.

El modelo realizado por T&E ha estudiado varias posibilidades para solucionar estos problemas. Por un lado, si las ciudades sólo dejaran entrar a los coches eléctricos y prohibieran la entrada a coches de gasolina, diésel y gas, se emitiría un 23% menos de gases de efecto invernadero.

Pero el estudio advierte de que los problemas de congestión continuarían aunque sólo hubiera coches eléctricos sin conductor e incluso si se usaran de forma compartida, debido a que esos coches serían económicos y se dispararía la demanda de viajes en automóvil.

Por otro lado, el modelo da mejores resultados si en las ciudades se reduce gradualmente el espacio para los coches y de forma simultánea se despliega el vehículo eléctrico, compartido y autónomo, puesto que con esas dos medidas se podría provocar una reducción del 60% en el tráfico.

Esa planificación urbana permitiría una reducción en las emisiones debidas a los coches de un 32% para 2050, lo que, unido a un cambio a vehículos sin emisiones, pondría a la UE ne el camino paa la descarbonización completa del transporte en 2050.

«CUARTA REVOLUCIÓN»

Yoann Le Petit, experto en movilidad de T&E, apuntó que «la automatización, la electrificación y el intercambio son tres revoluciones que pueden transformar la forma en que nos movemos».

«Esto será algo bueno para el medio ambiente o para la habitabilidad de nuestras ciudades depende completamente de las decisiones que tomen los gobiernos. Si queremos una movilidad sostenible, debemos prohibir los automóviles sin conductor con motores de combustión y reducir gradualmente el espacio en la carretera para automóviles en nuestras ciudades. Necesitamos alcaldes en toda Europa para seguir adelante con esta cuarta revolución y reclamar las calles para su municipio», añadió.

«Necesitamos eliminar los coches de combustión interna de las carreteras para alcanzar los objetivos climáticos y mejorar la calidad del aire. Pero, además de descarbonizar el transporte, tenemos que conseguir ciudades habitables y eso solo será posible si se reduce el espacio para los coches y se devuelve el espacio público a las personas», apuntó Nuria Blázquez, coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción.

La automatización aún no es una realidad, pero los riesgos ya son visibles. Plataformas digitales de alquiler de vehículos de alquiler con conductor (VTC) como Uber, que ya está realizando pruebas piloto de servicios de vehículos autónomos, incitan a nuevos viajes y lleva a recorrer más kilómetros, lo que conlleva un incremento de las emisiones contaminantes y más atascos.

El estudio indica que si Uber automatizara todos sus coches, el coste de esos servicios se reduciría bruscamente, incluso hasta el 50%, y la demanda podría aumentar con la misma brusquedad, lo que podría llevar a un aumento de la contaminación y los gases de efecto invernadero.

Le Petit comentó que «el modelo de negocio de compañías como Uber se basa en el rápido crecimiento y la automatización es una de las principales formas en que planean expandirse», y que a esta compañía no le preocupa «si esto aumenta las emisiones o la congestión».

«Si se manejan bien, los servicios de transporte pueden desempeñar un papel en la reducción de la dependencia del automóvil y la mejora de la movilidad urbana, pero esto requiere que los reguladores hagan su trabajo. Necesitamos políticas urgentes para garantizar que todos los vehículos tipo taxi y ‘uber’ que operan en las grandes ciudades tengan cero emisiones a más tardar en 2025, con incentivos para viajes compartidos y una reducción gradual en los espacios de estacionamiento disponibles para automóviles privados», concluyó.

(SERVIMEDIA)