En plena era digital, donde las compras por internet ya son parte de la rutina de muchas personas, una nueva estafa en específico está causando preocupación entre autoridades y expertos en ciberseguridad en España. Se trata de un engaño que utiliza como gancho las entregas de paquetes, los inescrupulosos se hacen pasar por repartidores de empresas conocidas y están afectando a muchos.
Lo que parece una llamada habitual se transforma rápidamente en una amenaza real para la privacidad y seguridad de los ciudadanos. Durante los primeros meses de 2025, esta estrategia fraudulenta ha cobrado fuerza, valiéndose de la confianza que generan las marcas reconocidas para robar información personal, además de tomar el control de cuentas como WhatsApp.
3Recomendaciones básicas para protegerte de esta estafa

Para hacer frente al aumento de esta modalidad de fraude, las autoridades insisten en seguir una serie de recomendaciones básicas. La primera es desconfiar de cualquier llamada inesperada, aun cuando la persona diga trabajar para una empresa conocida. Si no se ha hecho un pedido, lo más probable es que se trate de una estafa.
También es importante no compartir nunca códigos de verificación recibidos por SMS. Ninguna empresa de mensajería ni plataforma de mensajería instantánea te solicitará este tipo de datos para completar un proceso vía llamada telefónica. Si alguien lo pide, es señal inequívoca de un intento de estafa.
Otra recomendación básica es utilizar únicamente las aplicaciones oficiales de dichas empresas para hacer el seguimiento de pedidos o resolver dudas con las agencias. Evitar enlaces enviados por mensaje o correo electrónico es fundamental. Por último, activar la verificación en dos pasos en aplicaciones como WhatsApp te dará seguridad extra.
Desde asociaciones de consumidores como FACUA han advertido que «el nivel de sofisticación de estas estafas ha aumentado y ahora se disfrazan de situaciones cotidianas». Esa habilidad para camuflarse es lo que las hace tan eficaces.
Expertos en ciberseguridad coinciden en que, en España, estamos ante una modalidad que podría convertirse en una de las más extendidas del año. El modus operandi no requiere tecnología avanzada para ejecutarse, solo ingeniería social y acceso a bases de datos con información filtrada.