El futuro del banquillo del Atlético de Madrid empieza a perfilarse con claridad, y el fútbol parece haber dado la razón a Gil Marín. El CEO rojiblanco ha defendido en privado desde hace tiempo que Luis Enrique es el hombre ideal para suceder a Diego Pablo Simeone cuando finalice su contrato en 2027. Esta idea, compartida por un sector importante de la afición colchonera, ha ganado fuerza en las últimas semanas gracias al rendimiento del técnico asturiano en el París Saint-Germain.
Luis Enrique, quien termina su vínculo con el PSG precisamente en 2027, ha logrado llevar a un equipo sin grandes figuras al escaparate más prestigioso, la final de la Champions League. Sin Mbappé ni Neymar como protagonistas absolutos, el exseleccionador español ha construido un bloque sólido, disciplinado y competitivo, características que encajan a la perfección con la filosofía que ha defendido el Atlético bajo la batuta de Simeone. Este éxito no hace más que reforzar la apuesta de Gil Marín.
Un técnico con el perfil ideal para el Atlético
Desde hace años, Gil Marín ha manifestado su admiración por entrenadores que combinen carácter, táctica y un estilo de juego ambicioso. Luis Enrique reúne todos esos requisitos. Su etapa en el FC Barcelona, donde ganó el triplete, y su papel al frente de la selección española han demostrado su capacidad para gestionar vestuarios, apostar por el talento joven y competir al máximo nivel. Además, su personalidad fuerte recuerda en muchos aspectos a la de Simeone, lo que permitiría una transición sin perder el sello de identidad del club.
Luis Enrique ya ha estado en la órbita del Atlético de Madrid en anteriores ocasiones, pero nunca se dieron las circunstancias adecuadas. Sin embargo, la coincidencia de contratos en 2027 y el contexto actual pueden cambiarlo todo. Si el PSG no logra retener al técnico y el Atlético considera que ha llegado el momento de dar un nuevo impulso a su proyecto, la ofensiva que planea Gil Marín podría convertirse en realidad.
La apuesta de Gil Marín cobra fuerza
Gil Marín no quiere improvisar el relevo de Simeone. Después de una era histórica, el club necesita a un entrenador con personalidad, experiencia internacional y un estilo reconocible. Y en estos momentos, pocos nombres cumplen tantos requisitos como el de Luis Enrique.
Además, si el técnico asturiano mantiene su nivel en los próximos años, el Atlético de Madrid podría vivir un relevo tranquilo, planificado y, sobre todo, ambicioso. El fútbol ha hablado, y parece que esta vez, Gil Marín ha acertado.
