No eran los robots: el miedo a perder el empleo viene de la Inteligencia Artificial

Kai-Fu Lee. Seguro que no te suena para nada su nombre pero es el pionero de la IA o Inteligencia Artificial. Admirado por muchos, si eres de los que temes que esta nueva revolución tecnológica te quite tu empleo, seguramente le odiarás. En 2019 vaticinó que en los próximos 15 años este nuevo factor en la ecuación del futuro que ya es presente, acabará con el 40% de los empleos actuales. En otra palabras: para 2035 el 40% de los trabajos del mundo lo realizará la Inteligencia Artificial.

Puede parecer inquietante, pero, ¿es una vez más una previsión pesimista y catastrofista, como ha pasado con la robótica, o esta vez la cosa va en serio? Lo cierto es que, al igual que la máquina de vapor o el coche de combustión, Internet y la robotización no han hecho disminuir los empleos, sino aumentarlos, aunque de otra clase y valor añadido. A más tecnología, en todo lugar, momento histórico y circunstancias, salvo excepciones muy locales y particulares, no ha esquilmado el tejido laboral, más bien al contrario.

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL ES LA REVOLUCIÓN DEFINITIVA

Así lo cree Kai-Fu Lee. «Este cambio será el más grande en la historia de la humanidad. Incluso más que el de la electricidad», aseguraba en la entrevista de 2019 concedida al prestigioso periodista norteamericano, Scott Pelley. «La IA reemplazará cada vez más los trabajos repetitivos, no solo aquellos de trabajadores de cuello azul, sino también un montón de trabajadores de cuello blanco. Los choferes, como conductores de camiones o cualquiera que conduzca un vehículo para ganarse la vida, verán como sus trabajos serán eliminados entre 15 y 20 años. Mientras que trabajos con un mayor grado de complejidad, como chefs o camareros, se enfrentarán a elementos que se automatizarán… como las tiendas o los restaurantes.», especificaba.

Inteligencia Artificial

LA CONTRARREVOLUCIÓN

Las revoluciones han tenido en ocasiones la fuerza repulsiva correspondiente, como pasa en la física. Acción-reacción. Revolución-contrarrevolución. En materia de automatización y empleo, de cómo la primera podía acabar con la segunda, surgió en el siglo XIX un movimiento llamado ludismo. Rápidamente se extendió por toda Europa. Consistía en una reacción violenta a la implementación de máquinas en las fábricas. Los ludistas destruían la tecnología y atacaban a las fábricas eliminando cualquier atisbo de maquinaria moderna.

Como tantas revoluciones y contrarrevoluciones, fracasaron, pero el tiempo además no les dio la razón. Las empresas florecieron, se aumentó la producción y productividad, dando lugar a más empleos. Y esa mejora supuso un aumento del nivel de vida y un mayor consumo, que derivó en más servicios y más empleos necesarios para cubrirlos. Todo ha ido relativamente bien, a pesar de desigualdades y crisis financieras, hasta la llegada de la robotización y de la Inteligencia Artificial. Ha surgido de nuevo ese miedo e incluso un ‘neoludismo’ que evite lo que, ahora sí, muchos creen es la hecatombe laboral.

¿ES LO MISMO, MEJOR O PEOR?

Los que defienden el «ahora sí que hay un problema», se basan en que la mecanización pasada, incluso los cada vez más numerosos robots actuales, se emplean en tareas muy específicas y afecta a trabajos muy concretos. Sin embargo, la Inteligencia Artificial ya amenaza todo tipo de empleos de cualquier sector, desde el de menor valor añadido al máximo; desde profesiones técnicas hasta artísticas, como diseñadores gráficos.

Estudios actuales parecen dar la razón a Kai-Fu Lee. Por ejemplo, según el informe ‘The future of employment’, realizado por los profesores de la Universidad de  Oxford Carl Frey y Michael Osborne’ -poca broma, casi la mitad de todos los empleos actuales van a desaparecer en las próximas tres décadas, es decir, en la línea del pionero asiático de la Inteligencia Artificial.

«este cambio será el más grande en la historia de la humanidad. incluso más que la electricidad»

Pero, si todo deriva en lo que hasta ahora ocurre con la robotización, deberíamos estar tranquilos. La OCDE estima que el 14% de los empleos están ya en riesgo de desaparecer debido a la automatización, aumentando a casi un 24% en España. Los trabajos y sectores en mayor peligro serían los camareros, la agricultura, los conductores, los mineros o los operarios.

Sin embargo, el empleo ha aumentado es todos ellos. ¿Pasará lo mismo con la Inteligencia Artificial y los sectores y empleos que amenace o que ya afectan? Muchos creen que sí, pero otros argumentan que hasta ahora los cambios tardaban décadas o años, tiempo suficiente para adaptar el tejido laboral, pero ahora hablamos incluso de meses, como muestra el caso de Chat GPT, que ya tiene su nueva versión 4 a punto de salir.

Lo paradójico es que la Inteligencia Artificial afecta o afectará a más trabajadores cualificados que no cualificados, cuando hasta ahora ha ocurrido lo contrario, incluso con la robotización. ¿Este importante cambio hará que, ahora sí, se destruyan más empleos de los que se creen? Solo el tiempo, que cada vez pasa y llega más rápido, dirá. A pesar de todo ello, las voces más optimistas siguen firmes en que esta tecnología solo cubre «tareas cognitivas rutinarias» y que el empleo no tiene por qué verse afectado.