Birdy: «Después del encierro quería hacer un disco más divertido»

Para quien haya descubierto a la británica Birdy por allá en 2011 cuando lanzó su versión de ‘Skinny Love’ podrá sorprenderse mucho al escuchar el reciente sencillo ‘Raincatchers’. Es que la artista ha dejado de lado el piano y la guitarra y ha apostado por un sonido de pop de autor, construido sobre la base de sintetizadores e influido, según ella misma, por figuras de los 80 como Prince, Kate Bush y David Bowie. 

El sencillo es una elección muy calculada. Si bien evidencia la transformación de la artista es un tema que sirve como puente, «quise algo que representara la mayoría del disco, y que líricamente entra en temas sobre conectar con nuestra infancia que son claves para el disco», asegura. El video, escrito por la propia cantautora, capta a la perfección esta versión más dramática de la artista. 

Se trata de una reinvención radical que ya adelanta lo que será su próximo disco ‘Portraits’ que aparecerá en verano de este año. Es un trabajo mucho más enfocado en el pop, aunque no sale del universo alternativo, es complicado trazar una línea entre este nuevo sonido y alguna de sus contemporáneas. Mucho más dramática que figuras como Billie Eilish, y no tan oscura, lo cierto es que parece que ocupará un hueco importante dentro del pop moderno.

Pero la artista parece más preocupada por entretenerse que por el espacio que ocupará su música. «Intento no pensar demasiado. Esta vez simplemente empecé por la batería y el ritmo, y busqué hacer canciones algo más dramáticas», asegura con calma. Además, acepta que después de un disco que tomo cinco años como su ‘Young Hearts’ de 2021 quería hacer algo más divertido. «La pandemia nos encerró y alargo el proceso de ese disco, creo que en el fondo quería hacer un poco lo contrarió».

UNA GIRA CON DOS DISCOS MUY DISTINTOS 

Otro de los puntos que definió este nuevo trabajo según la artista es el deseo de hacer un disco que sonara «grande» en el escenario. Pero para ella esto representa también un nuevo reto su próxima gira, que pasará por la Riviera en Madrid el próximo 17 de abril y la Razzmatazz de Barcelona el 18. «Es un equilibrio que aún estamos midiendo, creo que serán cambios radicales entre un sonido y el otro», comenta aunque se acepta emocionada por volver a las tarimas.

También admite que la idea era poder cambiar un poco su actitud en el escenario. «Quería estar en el escenario y poder saltar y divertirme, pero eso no es tan fácil cuando tienes un montón de canciones tristes», asegura. 

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Este es un equilibrio que han tenido que buscar muchos artistas, divididos entre trabajos muy distintos a causa del tiempo que han tenido que estar encerrados en por la pandemia. De hecho los nervios se mantienen, la propia Birdy se tuvo que hacer una prueba de covid antes de presentarse con la prensa en la oficina de Warner Music en la estación de Príncipe Pío en la capital. Pero es un reto que puede dar un set bastante interesante.

UNA PRODUCCIÓN QUE PERMITE VER EL FUTURO DE BIRDY

Para Birdy, aunque ella asegura que no fue la intención, este disco suena a un punto de inflexión. Lo cierto es que este trabaje parece apuntar a que pueda saltar de las tarimas de bares y salas en Europa a los grandes festivales, y las canciones que irá presentando podrían llenar sin problemas el escenario de un espacio como Mad Cool o el Primavera Sound.

Con ‘Portraits’ la artista se perfila como una de las voces más potentes de una generación de cantautoras que empieza a dominar el universo alternativo con mucha facilidad. La posibilidad de verla en Madrid antes de esa explosión es, cuando menos, tentadora.