La tarta capuchina es una de las tantas recetas de postres tradicionales con origen de convento y tal como lo indica su nombre, esta tarta proviene de los conventos de clausura, exactamente de los de las monjas capuchinas, quiénes aprovechaban huevos frescos azúcar y solo un poco de maicena para preparar deliciosos postres.
En España hay una gran tradición de postres de convento, ¿quién no se ha deleitado con alguno de ellos? Las deliciosas natillas o las incomparables yemas de Santa Teresa… si hay algo que caracteriza a este tipo de dulce tradicional, es la poca cantidad de ingredientes que se precisan y también la delicadeza de sus resultados. Si quieres sorprender a todos con una verdadera delicia, prepara esta tarta capuchina y verás lo fácil qué será.
4Así debes batir para tener una preparación esponjosa
Uno de los aspectos más increíbles de la tarta capuchina es que preparar la masa no lleva ningún tipo de azúcar o endulzante, sino que simplemente se trata de batir muy bien las yemas de huevo, los dos huevos enteros y la maicena.
Comienza a batir los huevos enteros y las 10 yemas y ve batiendo a velocidad media. Añade los 40 gramos de maicena y continúa batiendo sin dejar de hacerlo en ningún momento. Una vez que la mezcla esté muy esponjosa y crecida, será la señal de que está lista para llevarla al horno.
