La bechamel es además de rica, muy versátil. Esta salsa de origen francés se ha convertido en una de las favoritas a la hora de cocinar y es perfecta para acompañar con todo tipo de carnes, preparar las más deliciosas croquetas y es uno de los ingredientes predilectos de la lasaña de carne, a la cual llena de una irresistible cremosidad.
Hacerla no es tan complicado; y de hecho, lo único a lo que debes estar atento es a la receta en la que la vas a utilizar, pues dependiendo de ello, será necesario hacerla más o menos espesa.
Ahora bien, si te gusta su sabor, pero te preocupa la grasa que aporta la mantequilla, tienes que conocer la manera en que la puedes lograr más ligera reemplazando este ingrediente. Hoy te presentamos una alternativa que te parecerá fantástica y con la cual podrás darle vida a cualquier platillo.
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La importante función de la mantequilla al momento de preparar la bechamel
El principio básico de una rica bechamel, y el factor decisivo para que quede deliciosa, es la preparación de un roux de calidad. Esta base consiste en una mezcla de mantequilla y harina que debe cocinarse. Y es aquí cuando la mantequilla se hace necesaria.
La mantequilla contribuye a la cocción de la harina, y es la clave para eliminar el sabor a crudo que esta puede tener. Ahora bien, la harina no solo se puede cocinar con mantequilla, sino que también tienes otras alternativas que te darán como resultado una salsa más ligera y con menos calorías.
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Aceite de oliva como propuesta para sustituir la mantequilla
Para sustituir la mantequilla, hay varias opciones; y una de las más utilizadas es la alternativa del aceite de oliva virgen extra.
Al prepararla con aceite de oliva, igual cocinas la harina; y además, aprovechas todas las cualidades nutritivas de este producto, el cual es oro líquido en las mesas mediterráneas.
Te contaremos cómo hacer una bechamel utilizando este ingrediente y verás que sencilla resulta de hacer.
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Ingredientes que necesitas para una bechamel con aceite de oliva
Para comenzar, ten en cuenta que tal como te comentaba en un inicio, las proporciones de ingredientes pueden variar según el tipo de receta que estés preparando. En este caso, te contaré las proporciones para que tengas como resultado una bechamel para salsear.
Recuerda que las cantidades de harina y mantequilla deben ser mayores para hacer croquetas o lasaña. Los ingredientes que necesitarás son: 50 gramos de harina de trigo, 50 ml de aceite de oliva, ½ litro de leche, 1 pizca de nuez moscada, sal y pimienta a tu gusto.
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Pon a calentar la leche
El mayor dolor de cabeza a la hora de preparar una bechamel, es el temor de que esta termine con grumos. Por lo general, esto sucede cuando los ingredientes no se integran de la manera correcta, o cuando se produce un choque de temperaturas.
Para evitar la formación de grumos, una estrategia infalible es calentar la leche mientras comienzas con la preparación del roux; por lo tanto, pon en una hornilla una olla con la leche a fuego suave para que esta se vaya calentando.
Tip: Puedes aprovechar y saborizar la leche con un hueso de jamón para tener una bechamel de escándalo.
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Comienza preparando el roux
Para comenzar la preparación del roux, pon una olla al fuego y vierte el aceite de oliva. Espera que el aceite esté caliente y justo en ese momento añade la harina de trigo.
Es importante que mientras la harina se va tostando, remuevas constantemente con un batidor de varillas, ya que esta se puede comenzar a formar en grumos que luego serán difíciles de disolver. Cocina a fuego bajo por un par de minutos.
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Cómo añadir la leche
La leche se debe añadir poco a poco y recuerda, es fundamental que la misma se encuentre bien caliente.
Mientras añades la leche, remueve con el batidor de varillas hasta que se integre bien al roux. A medida que vayas incorporando la leche, remueve y luego añade un poco más. Continúa haciéndolo hasta terminar de verterla por completo.
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Termina la preparación de la bechamel sin mantequilla
A medida que vas añadiendo la leche, no pares de batir y notarás como la misma se va espesando poco a poco. Durante todo el proceso, remueve constantemente para evitar que la salsa se queme o pegue en el fondo de la olla.
Para finalizar la preparación de esta deliciosa bechamel sin mantequilla, agrega un poco de pimienta negra recién molida, la pizca de nuez moscada y la sal; añade esta última de poco en poco y ve rectificando hasta tenerla en el punto de sabor deseado.
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Una propuesta diferente sin nada de grasa
Tal como te he comentado hace algunas líneas, no solo el aceite de oliva es perfecto para la preparación de la salsa bechamel, pues también cuentas con otras alternativas a tu alcance.
Esta que te detallaré a continuación, te permitirá preparar la salsa sin nada de grasa y verás que rica queda. Se trata de una propuesta en la que no usarás ni mantequilla ni aceite y en la que, además, el resultado será más ligero de manera garantizada.
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Ingredientes que necesitas
Los ingredientes que necesitas para esta versión ultra light de la bechamel, son ingredientes que igual tienes en casa, y que de no ser así, puedes encontrar en cualquier mercado. Toma nota y pasemos a su preparación.
Para esta salsa light, necesitas: 50 gramos de harina y 500 ml de leche desnatada. Además de estos ingredientes, también necesitarás una pizca de sal, nuez moscada y pimienta negra recién molida.
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Cómo preparar esta bechamel completamente light
En una olla vierte la mitad de la leche; es decir, 250 ml y llévala al fuego para que se vaya cocinando a fuego muy suave. En una olla aparte, pon a calentar el resto de la leche, los 250 ml restantes.
En esta receta es muy importante tener la harina muy bien cocida; por lo tanto, será necesario cocinarla muy bien y a fuego muy suave. Para finalizar, vierte el resto de la leche caliente y espolvorea sal, nuez moscada y pimienta negra recién molida a tu gusto.
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