Siempre imaginamos a la naturaleza como algo inocente, algo que necesitamos defender y proteger, ante toda amenaza existente. Lo que no nos hemos detenido a pensar, es que la naturaleza es intrínsecamente salvaje, y sin duda, utilizará todas las herramientas, para protegerse. Ese salvajismo nos puede mostrar una cara muy terrorífica de la naturaleza.
Sí, la naturaleza, comparada con nosotros, también es espeluznante y terrorífica. Pero, ¿nosotros no somos también parte de la naturaleza? Así es, lo somos, por lo tanto no debería sorprendernos. ¿O es que no somos naturalmente salvajes y terroríficos? No lo sabemos, y por ahora no hay forma de saberlo. Así que, solo nos queda apreciar las espeluznantes imágenes que la naturaleza, incluyendo solamente lo que aquellos seres que no sean humanos, tienen para ofrecernos.
[nextpage title= «1»]
Araña atacando a un murciélago
Quizá esto te parezca muy extraño. ¿Cómo un ser tan pequeño, del tamaño promedio de una araña, puede atacar a un animal mucho más grande que ella? No te sorprendas tanto, esta escena la podemos observar mucho en la naturaleza. En muchos casos, la naturaleza le brinda un malévolo poder a algunos seres, para convertirlos en seres letales.
Los poderes de esta araña no son como los de Spiderman, pero son tan eficaces como los del famoso superhéroe. Esta araña, decide estratégicamente atacar a los ojos de su enemigo, de su presa, de su comida. La naturaleza la dotó de muchas cualidades, para hacer sufrir a su presa, con un doloroso veneno.
[/nextpage]
[nextpage title= «2»]
La naturaleza es cruel, de eso no hay duda
Si confiábamos que la naturaleza era bondadosa, que las manadas de animales nunca se traicionaban entre sí, debemos ir cambiando de opinión, pues no es así. La naturaleza solo le permite la supervivencia al más fuerte, y en muchos casos, el más fuerte no es un solo individuo. Generalmente, el más fuerte son grandes cantidades de animales.
El hipopótamo que en esta imagen vemos, está herido. Podemos verlo, las fuertes laceraciones son producto de fuertes mordiscos y zarpazos de otros seres vivos. La naturaleza es cruel, es terrorífica, no siempre es el bondadoso ecosistema que todos imaginamos, pues no pudo evitar que un pobre y único animal, haya sido atacado de semejante forma por propia su manada.
[/nextpage]
[nextpage title= «3»]
Extraños seres que habitan en nuestro planeta
La pregunta más grande que se ha hecho la humanidad es si estamos solos, si somos los únicos seres “vivos” en este vasto e infinito universo. Deseamos no serlo, soñamos con conocer otras formas de vida, nuevas especies, formas de inteligencia, con las que podamos discutir sobre el universo y sus cualidades.
Pero también nos da miedo lo que la naturaleza nos pueda ofrecer. A veces, le tememos tanto a la posibilidad de seres extraterrestres caminando junto a nosotros, que no podemos dormir. En esta ocasión no te presentamos un ser de otro mundo, te damos a conocer un pequeño gusano proveniente de la Antártida, pero que sin duda, parece un ser de otro mundo, que viene dispuesto a atacar los seres vivos que habitan en este planeta.
[/nextpage]
[nextpage title= «4»]
En la naturaleza, no hay escapatoria para todos los seres vivos
Hace unas imágenes, pudimos apreciar cómo un hipopótamo fue herido por su misma manada. En esta ocasión, observamos cómo la naturaleza siempre apoya al más fuerte. Pero no solamente los apoya en fuerza física, también apoya a aquel que posea mayor cantidad de habilidades y capacidades, que le permitan existir en este mundo cruel.
Podemos ver la triste escena, de cómo un cocodrilo muere a la mitad de una embestida de hipopótamos. Lo peor, es que el cocodrilo poco a poco se va desprendiendo de su cuerpo.
[/nextpage]
[nextpage title= «5»]
Una pequeña sorpresa dentro de tu comida
¿Qué opinas de esos restaurantes donde encuentras cosas desagradables en tu comida?, quizá una cucaracha, restos de una rata, hormigas, o animales rastreros que ni reconoces, pueden generarte repugnancia por la comida en la que se encuentra el animal. Estos desagradables encuentros, son pequeñas sorpresas que en la cocina, te dejan en el plato. En este caso, la sorpresa fue igual de grande, pero quizá menos desagradable.
La naturaleza le mostró a este comensal que es peligrosa. Que todos los seres que viven y conviven en ella, tienen que alimentarse, es el ciclo natural de la vida. Por eso, es absolutamente normal encontrar un pequeño y tierno cangrejo dentro de una almeja. Nosotros, deberíamos estar acostumbrados, ya que solemos comernos a los animales, que ya se comieron otros seres vivos. Buenos, eso planeaba el comensal.
[/nextpage]
[nextpage title= «6»]
O mueres o asesinas
En la naturaleza, la decisión es sencilla. Aprendes a pelear, o morirás rápidamente. Esto es realmente terrorífico, imaginar que podemos llegar a vivir en un mundo así, debería espantarnos a todos y encender una alerta. Quizá ya no debamos ser parte de la naturaleza.
Si esta es tan terrorífica, debemos pelear contra los instintos de supervivencia y salvajismo, y empezar a trabajar en pro de la paz. La pequeña serpiente que podemos ver en la imagen, le impidió alimentarse a la garza. Sin duda, de una forma muy peculiar, y sin requerir tanto al ataque en contra de la garza. Aunque si no se suelta, la garza correrá grave peligro.
[/nextpage]
[nextpage title= «7»]
Donde nace el peligro
Muchas personas, en la actualidad, ven a todas las serpientes como seres malévolos, que solo desean picarte y envenenarte. Sin embargo, a estas alturas de la vida, y del desarrollo de la comunicación y de internet, todos deben estar enterados de que no todas las especies de serpientes son realmente peligrosas. De hecho, muchas pueden ser llevadas a los refugios.
En esta imagen, podemos apreciar que hay una gran cantidad de serpientes, lo cual de por sí, perturba un poco, porque sabemos que por su picadura, nos encontramos ante un gran riesgo. Así de cruel es la naturaleza, tan solo con un par de dientes, puedes acabar con la vida de alguien.
[/nextpage]
[nextpage title= «8»]
Pez con dientes humanos
Seres que no comprendemos, están en todas partes. La naturaleza se ha encargado de llenarnos de diferentes especies, cada una más sorprendente, peculiar, y sin duda terrorífica, que la anterior. En esta ocasión, vemos un animal que no posee las características de un pez normal.
Esas formas amarillentas que logramos ver en la foto, se asemejan demasiado a dientes humanos. ¿Cómo estos peces han sido capaces de desarrollar dientes humanos, incluso cuando tienen en contra tantos aspectos? También, no podemos negarlo, puede ser uno de esos extraños experimentos que la naturaleza humana, en su momento de sequedad y locura, ha realizado.
[/nextpage]
[nextpage title= «9»]
Pez con ojos humanos
Es una extraña treta la que nos está jugando la naturaleza en esta ocasión. Es inexplicable cómo un ser del mar, un pez, pueda tener rasgos tan característicos de los humanos. Este pez nos hace dudar sobre nuestra evolución, o de la suya en sí. Increíble encontrar un ser así.
Quizá este ser de la naturaleza nos quiera indicar algo mucho más profundo. Que en realidad todos venimos del mismo ser, que poco a poco se fue modificando y evolucionando. Aunque también existe la posibilidad, de que la naturaleza haya osado mezclar ADN humano, con el ADN de un pez.
[/nextpage]
[nextpage title= «10»]
La naturaleza y sus juegos sucios
Esta imagen fue la que más te atrajo, la que te indicó que debías leer este artículo. ¿Qué fue lo que te atrajo de esa imagen? Deberías evaluarte, revisar si también hay algo terrorífico dentro de ti. Porque esta imagen incluso puede perturbar a muchas personas, pero casualmente.
Aquí, en esta imagen, la naturaleza nos muestra un poco de su lado terrorífico. Es indudable, que el líquido que parece brotar de ese hongo de tamaño gigante, parece sangre. Nos preguntamos por qué tiene esa apariencia. Definitivamente puede ser sangre, quizá de un animal que murió en la cercanía, o de un animal que murió al probar el dicho hongo. No lo sabemos, pero la imagen terrorífica, y la extraña procedencia de ese líquido espeso y rojizo, nos genera dudas sobre la bondad de la naturaleza.
[/nextpage]
