El calor provocado por la deforestación hace que el trabajo sea cada vez más intolerable

El aumento de la temperatura local en los trópicos de todo el mundo, agravado por la aceleración de la deforestación, ya están poniendo en peligro el bienestar y la productividad de los trabajadores al aire libre, según un nuevo estudio publicado en la revista ‘One Earth’.

El estudio, elaborado por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Duke, la Universidad de Washington y The Nature Conservancy, en Estados Unidos, compara las recomendaciones establecidas sobre las condiciones de trabajo seguras con datos de satélites y de población para mostrar cómo el calentamiento asociado a la reciente deforestación (entre 2003 y 2018) ha aumentado la exposición al calor de 4,9 millones de personas en todo el mundo, incluidos 2,8 millones de trabajadores al aire libre.

Se comprobó que la disminución de las horas de trabajo seguras es especialmente significativa en las zonas deforestadas, en comparación con las regiones donde la mayoría de los bosques tropicales permanecen intactos.

El estudio también pone de manifiesto la desproporcionada exposición al calor de las poblaciones que trabajan en algunas zonas de Brasil, y advierte de que las futuras previsiones de calentamiento global, agravadas por la pérdida incontrolada de bosques, no harán sino agravar esta situación.

En los estados de Mato Grosso y Pará, por ejemplo –incluso en el improbable caso de que no se produzca más deforestación o crecimiento de la población–, el estudio prevé que un futuro calentamiento global de +2°C con respecto al actual podría hacer que más de un cuarto de millón de personas perdieran dos horas más de tiempo de trabajo seguro al día en comparación con 2003.

El autor principal del estudio, Luke Parsons, de la Universidad de Duke, que dirigió gran parte de la investigación mientras desempeñaba su anterior función en la Universidad de Washington, resalta que las conclusiones del estudio «ponen de manifiesto el papel fundamental que desempeñan los bosques tropicales en la prestación de servicios naturales de climatización para las poblaciones vulnerables al cambio climático, dado que se trata de regiones en las que el trabajo al aire libre suele ser la única opción para muchos, y en las que los trabajadores no pueden permitirse el lujo de retirarse a las oficinas con aire acondicionado cada vez que la temperatura sube a niveles intolerables».

El coautor principal, Nick Wolff, de The Nature Conservancy, apunta que ya se sabía que la deforestación tropical está asociada a aumentos de temperatura localizados, «pero dado el calentamiento acelerado que se está experimentando en todo el planeta, pedimos que se redoblen urgentemente las investigaciones sobre cómo estos cambios están afectando a las poblaciones humanas vulnerables de los trópicos».

Y añade que «los diversos compromisos para detener y revertir la deforestación que salieron de la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 en Glasgow fueron sólo un comienzo. Ahora necesitamos que esta buena voluntad se convierta rápidamente en acciones tangibles sobre el terreno», reclama.