No pudo ser. Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 proclamaron este sábado vencedores a la selección de Brasil en una final frenética ante España, que pesca una plata más importante de lo que parece. Así, el combinado nacional se medía en la tercera final olímpica de su historia. Justamente, las dos selecciones más potentes del cuadro.
Con un partido que llegó, otra vez, al tiempo extra de la prórroga, Brasil metía la marcha primero y se adelantaba ante España en la final olímpica de fútbol. El primer gol lo hizo el ex barcelonista Malcom, con mucha gasolina ya que había entrado en el campo en la prórroga. En un partido que tuvo de todo, los nuestros estrellaron hasta en dos ocasiones dos balones en el larguero en un lapso de tres minutos antes del final del partido. Oyarzabal metió el tanto del empate, pero Malcom lo deshizo en los minutos finales.
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España vuelve a toparse con la prórroga en Tokio 2020 y pierde el oro ante Brasil
España iba a por el oro en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se enfrentaba a Brasil, la super y vigente campeona. Sobre el inicio, las dos partían como favoritas, de hecho, solo bastó un par de partidos para que tanto ‘La Roja’ como la ‘canarinha’ se colgaran el cartel de máximas aspirantes al torneo. Un torneo olímpico del que fueron quedando cada vez menos participantes.
Eliminada Francia. Eliminada Argentina. Eliminada Alemania. Japón, México… por lo que todo apuntaba a que veríamos a ambas buscar el oro. Esta vez, todo se volvió a favor de Brasil, incluso antes de empezar. Los de Luis de la Fuente acusaban al cansancio de gran parte de sus jugadores (Pedri…) y eso, irremediablemente, jugó en el campo. No pudo ser. El oro lo termina mordiendo Brasil, pero España se lleva una plata. Que tampoco está tan mal…
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Brasil rompió el fútbol de España muy temprano y continúan su hegemonía en los Juegos Olímpicos
Con empate a uno en el marcador, Brasil pilló a la defensa española en el 107′: servicio al hueco de escuela de Antony a la espalda de Vallejo, a quien gana por velocidad Malcom. Ante Unai Simón, define al palo largo y, aunque el vasco llega a tocar con el pie, el balón acaba entrando en la red y arrebata el sueño olímpico a los de Luis de la Fuente, que rozaron el oro y se llevan una muy meritoria plata.
España intentó imponer su fútbol desde muy pronto, aunque fueron los brasileños, comandados por el extremo del PSV Antony, los que más peligro crearon en la primera contienda. Hace 19 años Brasil ganó la histórica Copa del Mundo de 2002 frente a Alemania en el Estadio de Yokohama, el mismo donde este sábado han arrebatado el oro a España. La mayoría de los presentes sobre el campo no tendrán un recuerdo futbolístico de aquello, pero la Brasil de Richarlison, Acunha o Antony volvieron a tocar el cielo en el sur de Tokio.
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España recuperó la referencia de Oyarzabal
El técnico De la Fuente recuperó la falsa referencia de Oyarzabal en estos Juegos Olímpicos y reintrodujo a Asensio en el once después de haber apostado por Mir ante Japón en las semifinales de Tokio 2020.
El balón fue de inicio para España, que volvía a amasar y amasar, pero sin encontrar vías claras hacia la portería. Richarlison y Antony, dos diablillos, obligaban a abrigarse más de la cuenta en los costados y tanto Óscar Gil como Cucurella perdieron profundidad. El primero echó en falta la carrera de vuelta de Asensio y por ahí se abrió una jugosa veta para la ‘Canarinha’.
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Brasil dictó sentencia en esta final de los Juegos Olímpicos; fue mejor
A nadie le gusta perder finales, pero a Brasil mucho menos. Hasta 1950 vestía de rojo, pero el trauma del Maracanazo fue tal que cambió hasta el color del uniforme al amarillo que lució ayer; el mismo de los últimos setenta años. No tendrá que cambiarlo por este partido tras derrotar a una España en estos Juegos Olímpicos que pese a caer en la final promete mucho.
Si ganó Brasil fue, ni más ni menos, que porque fue mejor. El karma salvó a España en forma de fallo de Richarlison en un penalti que no lo era, por mucho que se señalara tras acudir al VAR. Pero más allá de la internada de Asensio en la que Diego Carlos casi se marcó en propia meta, las mejores ocasiones fueron brasileñas.
De Cunha, para más señas. El mismo que marcó el primer gol carioca en una jugada de comedia, después de varios rebotes y balones al área y ante la pasividad de la defensa española. Antes ya se había lucido una vez Unai, pero en esa última jugada en el tiempo añadido de la primera parte le dejaron vendido en el duelo decisivo de los Juegos Olímpicos.
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No hubo tregua para un Pedri exhausto
Como mencionábamos, España fue, en diferentes fases del partido, inferior a Brasil. La de Dani Alves, Malcom, Antohony y compañía estuvo más sólida que los pupilos de Luis de la Fuente. Y como sucedió en Sidney 00′, la ‘Rojita’ cayó en la gran final, pero esta generación de futbolistas ya ha demostrado que están llamados a dar mucha guerra y a ser la columna vertebral.
Uno de los jugadores referentes de este equipo es el azulgrana Pedri, exhausto al acabar el duelo y triste, muy triste, por no haber logrado el oro. El jugador del Barça lleva un año sin tregua, sin haber parado para nada tras haber encadenado LaLiga con la Eurocopa y los Juegos. Pero el barcelonista ha dado la cara y se ha dejado el alma hasta el último suspiro, presionando, ayudando a sus compañeros y buscando el gol del empate que hubiera llevado a la Rojita a los penaltis. Pedri es ya de ORO aunque no se haya colgado una medalla en Tokio.
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La supervivencia premió a Brasil; España consigue la medalla número 17 en estos Juegos
La prórroga, tercera de España en el torneo y llegando Brasil sin haber realizado ni un solo cambio, fue un ejercicio de supervivencia futbolística más que ninguna otra cosa, y en el 108′ Malcom, tras ganarle una carrera a Vallejo, superó a Unai Simón para establecer en el marcador un 2-1 que no volvió a moverse.
La plata lograda por esta selección de fútbol masculino es la 17 de la delegación española en Tokio 2020. Minutos después de finalizar el encuentro sabe a poco, porque Pedri, Dani Olmo, Oyarzabal, Eric Garcia y compañía, daban como para ilusionarse con volver a subir al primer cajón del podio, como en Barcelona’92. De todos modos, esta plata no deja de ser una medalla olímpica, un premio importante. Se vislumbra una buena España, y no solo de futuro…
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