El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado este viernes su gira económica por Estados Unidos, convencido de haber cumplido su objetivo de haber situado a España en el «radar». De hecho, espera empezar a recoger antes de que acabe el año los primeros frutos de sus contactos con los principales magnates financieros, tecnológicos y audiovisuales, con los que se ha visto en Nueva York, Los Ángeles y Silicon Valley, aunque no ha concretado ninguno de los posibles resultados de su visita.
El jefe del Ejecutivo se va de Estados Unidos sin haberse reunido con el presidente estadounidense, Joe Biden, como estaba previsto, pero reafirmado en que era necesario realizar en este momento esta ronda de contactos, antes de que las grandes compañías cierren sus planes para el próximo curso y para la etapa de recuperación que se abre tras el fin de la pandemia.
En sus decenas de reuniones con las grandes compañías estadounidenses, como Bloomberg, BlackRock, Appel, Microsoft, HP, Netflix o HBO, Sánchez ha tratado de convencerles de que ni ellos, ni los Gobiernos, van a poder remontar «solos» la crisis económica derivada de la pandemia, y de que España es el lugar adecuado para potenciar esa «necesaria» alianza entre el sector público y el privado.
«La intención del Gobierno era que, en el momento actual, de aquí al próximo otoño, que es cuando muchas de estas empresas van a tomar decisiones, tengan presentes cuáles son los grandes planes y números del Gobierno», ha explicado en la rueda de prensa de balance de la gira que ha ofrecido en la sede de HP en Silicon Valley.
Sánchez ha ahondado en esta idea en la conversación informal que ha mantenido posteriormente con los periodistas que han seguido sus pasos estos tres días, y que ha sido la tercera de la gira; un hecho que refleja, por lo menos en este viaje, un cambio en la política comunicativa que Moncloa había desarrollado los últimos meses, y que llega tras la drástica renovación de casi la mitad de su Gobierno, con la salida de su ya exjefe de gabinete Iván Redondo, incluida.
Según ha explicado en estas comparecencias el jefe del Ejecutivo, los frutos de sus conversaciones en este viaje pueden empezar a llegar este mismo año, aunque también ha admitido que algunos de los proyectos que podrían surgir de esta gira requieren un mayor periodo de maduración, sin concretar en ningún caso qué tipo de inversiones pueden surgir, ni aclarar si se ha firmado, o al menos apalabrado, algún acuerdo.
Sí se ha mostrado confiado tras las diferentes reuniones que ha mantenido en que España puede convertirse, por ejemplo, «en el Hollywood de Europa» si las grandes productoras se decantan por España para sus proyectos y sedes europeas, o en un país «líder en ciberseguridad o inteligencia artificial». También ha trasladado a los grandes fondos de inversión que España es «el mejor lugar del mundo para invertir.
Eso sí, Sánchez ha querido dejar claro en varias ocasiones que en sus encuentros no ha ofrecido nuevos incentivos fiscales, ni los altos ejecutivos se lo han pedido. Tampoco se han interesado, ha afirmado, por la situación política de Cataluña.
Lo que estas empresas punteras en el sector financiero, tecnológico o audiovisual le han trasladado a Sánchez que buscan es que España cuente con suficientes profesionales formados en las posiciones que sus empresas demandan, buenos emplazamientos en el caso concreto de las grandes productoras audiovisuales, o un buen plan para afrontar las transformaciones ecológica y digital que requieren los nuevos tiempos.
INQUIETUDES DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN POR LAS REFORMAS
Los fondos de inversión y grandes bancos sí aprovecharon para transmitirle en Nueva York su inquietud por algunas de las reformas pendientes en España como la ley de vivienda, la del mercado laboral o la de sistema fiscal, en las que Unidas Podemos plantea posturas más alejadas de sus intereses.
El presidente, por su parte, ha tratado en este viaje de calmar esos recelos, asegurándoles que la prioridad ahora es la recuperación, y que no se producirán cambios abruptos en la legislación. Además, les ha garantizado que cuenta con estabilidad política para agotar su legislatura en 2023 y aprobar no sólo los presupuestos del año 2022 sino también del siguiente.
«Más que peticiones, fueron preguntas que tienen que hacer los fondos en múltiples ámbito. Como nuestra hoja de ruta es concreta y pública, mi trabajo ha sido bastante sencillo, ha sido explicar las reformas, porque han sido validadas por el Congreso o forman parte del programa del gobierno de coalición», ha recalcado.
TODA LA COALICIÓN «COMPARTE EL MISMO OBJETIVO»
Además, ha defendido que todo el Gobierno de coalición, incluido su socio minoritario de Unidas Podemos, comparte el mismo objetivo de «poner negro sobre blanco» su plan de recuperación y de financiarlo no sólo con los fondos públicos europeos y españoles sino también inversión primada, que es «fundamental».
Con todo, en su comparecencia de este viernes ha vuelto a restar importancia al hecho de que no se haya visto con Biden en este viaje, aunque ha asegurado que el Gobierno mantiene «siempre» la «maquinaria» funcionando para tener ese contacto.
«La colaboración con la Administración Biden es muy positiva a todos los niveles», ha defendido, tras rechazar también las críticas del líder del PP, Pablo Casado, tachando de «bochornosa» su gira estadounidense por no haber ido a la Casa Blanca. «La oposición tiene que decir de qué lado está: si están del lado de la recuperación y, por tanto, de hablar bien de España para que vengan más empresas, o de que nos quedemos en la crispación y la confrontación», ha avisado.
Después de llevar meses manteniendo contactos telemáticos con los líderes de las principales compañías estadounidenses, según ha relatado el propio Sánchez, poder celebrar reuniones en persona «ha sido fundamental», ha afirmado.
En cuanto a la pandemia, Sánchez ha vuelto a pedir «prudencia», pero ha señalado que «el ritmo de vacunación es cada día mayor» y que España puede convertirse incluso en el primer país en número de personas inmunizadas con pauta completa, con lo que ello supone para asegurar la recuperación económica, habida cuenta de que la vacuna es, a su juicio, «el instrumento definitivo para poder superar la pandemia».