Esta semana estaba marcada en rojo para el Real Madrid, pues en ella se definiría en gran medida lo que podría lograr esta temporada. De los tres duelos en los que se jugarían el todo nada, pues hasta ahora han salvado con buenos resultados dos de ellos; primero ante el Liverpool pudo vencer por 3-1 y después al Barcelona lo consiguió derrotar por 2-1. Con múltiples bajas, con el cansancio entendible de toda una estresante semana, aunado al hecho de que Zinedine Zidane no ha podido rotar mucho, y con dos rivales de envergadura, el equipo blanco ha logrado salir ileso de dos envites; si bien falta el más crucial de todos, pues es la vuelta de los cuartos de final de la Champions League ante el Liverpool, la verdad es que hasta ahora las cosas han salido muy bien para los interese de los merengues.
Pese a que nadie se confía, Florentino Pérez está muy contento por lo que ha hecho el equipo hasta ahora. Sabe que falta el golpe final, que el trabajo no está del hecho y que aún pueden quedarse sin nada; pero con la garra y con lo demostrado por el equipo tiene la seguridad de que lucharán hasta el final. Toda esa pasión y ganas de triunfar, el presidente blanco solo piensa que por el buen hacer de un hombre clave y ese no es otro que Zidane. Los jugadores luchan y están dispuestos a dejarlo todo, tal y como demostraron ante el Barcelona; no obstante, la dirección que el técnico galo le da al equipo es elemental para que siga a flote luego de tantos problemas, que en parte se habían dado por él mismo, pero se ha rehecho y ahora va en busca del doblete.
Zidane debe continuar en el equipo blanco
Con los títulos a la vista, el mandatario blanco no quiere que nada desconcentre a los suyos; sin embargo, ese duelo ante los blaugranas le demostró de lo que Zidane es capaz de lograr cuando llega el momento de la verdad. Cierto que el Barça cometió errores, pero gran parte de ellos fue por lo que planteó el francés con su alineación; ya en la segunda parte el equipo catalán se repuso y entonces la reacción del entrenador merengue también dio un aire que ayudó a mantener el resultado hasta el final. Gracias a lo que ha hecho, Florentino Pérez tiene claro que su siguiente paso es renovar a un Zidane hasta el 2026. Al tener un contrato largo plazo espera que el galo se asiente como entrenador del club blanco y cree un leagado que será muy difícil de romper.
Si bien desde el inicio de temporada ha sido muy cuestionado, por los resultados irregulares, la falta de juego, la salida de jugadores que han podido ser claves; al final el Real Madrid sigue en la pelea por lograr un doblete de Liga y Champions League que sería épico. Aunque el tiempo lo puede dejar sin nada, a Florentino Pérez se le acabaron las dudas y sabe que si el francés acomoda ciertos elementos de la plantilla y se replantea ciertas decisiones podría tener un equipo que con la que pelear sin sufrir tanto. A pesar de que ya esta misma temporada se llegó a pensar en la llegada de un nuevo entrenador y hasta se le puso fecha a la salida del francés, el fútbol una vez más ha hecho cambiar la opinión de un solo plumazo y ahora es su renovación lo que se buscaría.
Un futuro prometedor en Madrid
La verdad es que Florentino Pérez estaría muy pendiente de lo que podría suceder con Zidane, pues sabe perfectamente que está en la mira de Noël Le Graët, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), para que dirija la selección de Francia luego de la Eurocopa, porque se presume que Didier Deschamps dejará el cargo; además junto con el combinado galo, también se encuentra una Juventus que no oculta su interés por el francés, más a ver que con Pirlo las cosas no van muy bien. De este modo, la renovación hasta 2026 está destinada a alejar todos esos fantasmas; pero no solo en el aspecto económico podrían mejorar las cosas, esto es debido a que el mandatario del Real Madrid pretende hacer un equipo lleno de calidad para motivar más aún al francés a quedarse al mando de todo durante mucho tiempo.
Tras su reelección ya definida para un nuevo periodo, hasta el 2025, Florentino Pérez quiere dejar bien definido todo en el Real Madrid: la remodelación que ya se está haciendo en el Santiago Bernabéu; lograr la estabilidad económica, reduciendo esa deuda que tiene el club; la continuidad de Zidane, al que ve clave para el futuro; pero más que nada con la llegada de nuevos cracks que revitalicen al equipo. En la mira están más que claro la llegada de Kylian Mbappé y Erling Haaland, que podrían llegar en el mismo verano o uno primero y el otro al año siguiente; sin embargo, con ellos y jugadores claves como Vinicius, Valverde, Odegaard o Rodrygo, el Madrid espera armarse de cara al futuro y para dirigirlos se espera que esté Zidane. Las cosas podrían mejorar y todo estaría servido para una renovación del francés que sería la cereza del pastel.