En el artículo de hoy vamos a hablar de una dieta, la dieta Cambridge, vamos a ver en qué consiste y por qué es más peligrosa de lo que crees. Esta es una de esas dietas milagro que circulan por Internet y que promete bajar de peso rápidamente sustituyendo las comidas. Se ha convertido en una dieta bastante popular entre esas personas que buscan una pérdida de peso muy rápida. ¿Cómo? Pues debido a que es infinitamente estricta y baja en calorías. De hecho, los usuarios consumen batidos, sopas y barritas que se han adaptado especialmente a sus objetivos de pérdida de peso. Se ha convertido en una gran polémica ya que realizarla sin supervisión médica puede ser bastante peligroso.
Veamos de que va esta dieta:
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¿De done viene la dieta Cambridge?
La dieta Cambridge fue desarrollada por el Dr. Alan Howard en la Universidad de Cambridge en la década de los 70 para ser lanzada como producto comercial en Estados Unidos durante 1980 y en el Reino Unido en 1984. Esta dieta está pensada para que los que la realicen compren una gama de productos para reemplazar las comidas que se dice que “promueven una pérdida de peso rápida”.
Los usuarios pueden elegir entre seis planes de dieta flexible en Estados Unidos o 5 en el Reino Unido que van desde 415 calorías a 1.500 calorías o más por día, dependiendo del objetivo de pérdida de peso. La dieta no es la misma para hombres que para mujeres, y antes de ver en qué consiste hay que decir que no es recomendable, pero si se opta por hacerla debe ser bajo supervisión médica.
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¿En qué consiste esta dieta?
En la dieta Cambridge, como decíamos, el Doctor Howard propone básicamente la sustitución de comidas por sopas, barritas o batidos, por lo que de primeras resulta completamente restrictiva, y es sabido por todos que la sustitución de alimentos por ese tipo de productos no es nada bueno para el organismo. Con la dieta se pierden, supuestamente, dos kilos por semana, y esto es debido a que se divide en varias fases, seis concretamente, en las que se puede consumir un máximo de calorías, como veremos más adelante.
Al comienzo de la dieta se sustituyen los alimentos, que volverán a entrar progresivamente en la dieta según se vaya avanzando. La ingesta de calorías también se iría aumentando poco a poco hasta llegar a las 1.500 permitidas en la quinta fase. En la sexta y última etapa, la de mantenimiento, se puede retomar la alimentación normal y corriente aunque manteniendo la ingesta de los productos de la dieta.
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Cómo funciona la dieta Cambridge
Antes de ver en qué consiste esta dieta, es importante volver a recalcar que si se opta por hacer esta dieta lo mejor es hacerlo bajo la supervisión de un médico, ya que nos ayudará a suplir nuestras necesidades personales. La dieta consta de 6 fases:
En la primera fase, el consumo máximo diario de calorías está entre las 415 y las 615 kilocalorías. En esta fase sólo se consumen los productos sustitutivos propios de Cambridge y, o bien se combinan 3 productos o también se puede elegir una versión menos estricta de la dieta que incluya una comida normal de 200 calorías.
Para la segunda fase, el consumo máximo se aumenta hasta las 810 kilocalorías diarias. Se continúa con los productos de la dieta Cambridge que ahora se complementan con alimentos ricos en proteínas como puede ser la carne o las verduras.
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La tercera y cuarta fase
Para la tercera fase de la dieta, el consumo calórico diario tiene un máximo de 1000 kilocalorías diarias. Una vez en esta fase, el número de productos propios de Cambridge que se consume se reduce a dos, y ya se incluyen alimentos como las ensaladas y la leche desnatada junto con un desayuno ligero de café o té y pan integral.
En la cuarta fase, el consumo asciendo hasta las 1200 kilocalorías diarias. Se mantiene lo añadido en la fase anterior pero ahora se añade una cena más normal con alimentos como puede ser el pescado o las verduras.
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Quinta y última fase
En la penúltima fase, la quinta, se asciende hasta las 1500 kilocalorías diarias, sólo se consume un producto propio de la dieta Cambridge y se añade el almuerzo y la merienda con productos como frutas o yogures desnatados.
Esta es la última de las fases de la dieta Cambridge, la sexta, y se trata de la fase de mantenimiento, en la que se sigue consumiendo un producto de la dieta diariamente pero se puede retomar la alimentación habitual intentando mantenerla en unos niveles calóricos bajos.
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No es aconsejable
Como comentábamos al principio, probablemente la mayoría de la población es conocedora de que la sustitución de alimentos por este tipo de productos nunca debería formar parte de una estrategia para perder peso, ya que para lograr este objetivo lo más importante es crearse unos hábitos saludables. Por otro lado, este tipo de dietas son perjudiciales para la salud, ya que el organismo necesita alimentos para su buen funcionamiento diario. Las náuseas, dolores de cabeza, estreñimiento, cansancio, insomnio o mareos son algunos de los padecimientos relacionados con este tipo de hábitos poco saludables.
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