Los pueblos más bonitos de Sevilla para una estampa otoñal

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Ya es un tópico eso de que “Sevilla tiene un color especial”. Pero, por más tópico que sea, por más que lo hayamos leído y oído miles de veces, no deja de ser cierto. Y Sevilla, esto no suele decirse, es mucho más que la ciudad que se levanta a ambas orillas del río Guadalquivir. Ese color especial que cantaban Los Del Río podemos encontrarlo en muchos pueblos de la provincia sevillana.

Ahora en otoño, estación de la bruma y de las hojas secas, ese color especial es más bien de tonos ocres. Y la provincia de Sevilla es el lugar perfecto en el que pasar un fin de semana de ensueño. Sus coquetos pueblos son una invitación a disfrutar de estos meses previos al invierno. 

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Écija

Écija es un pueblo a medio camino entre Sevilla y Córdoba, construido a orillas del río Genil y conocida como “la ciudad de las torres”. Declarada Conjunto Histórico-Artístico hace más de cinco décadas, esta coqueta localidad dejará prendada al viajero que se acerque a visitarla.

El pueblo esconde rincones de enorme belleza y sobrecogedores edificios monumentales. Por sus plazas y callejuelas disfrutarás del aroma y la vida de Écija, un pueblo por cierto con una gran tradición flamenca. El arte barroco se deja ver por sus calles en todo su esplendor, y solo eso ya sería un motivo para pasar unos días en Écija.