Estados Unidos rompe el monopolio de Live Nation y Ticketmaster

Para la industria de la música, los conciertos se han vuelto básicamente la única solución realmente funcional. Pero para poder tocar en Estados Unidos, y buena parte del planeta, había que tener una buena relación con Live Nation, la principal productora de conciertos del mundo, que además era dueña desde 2009 de Ticketmaster, la principal plataforma de venta de entradas para eventos en vivo del planeta. El problema es que esta fusión les daba demasiado poder en la industria, no era raro leer que exigieran a los espacios de conciertos usar Ticketmaster para vender entradas a cambio de poder contar con las producciones de Live Nation. 

Esto, sumado a los problemas que la plataforma de venta de entradas tuvo con la gira de artistas como Taylor Swift, Blink-182 o Bad Bunny, fueron suficiente para que la situación de la empresa y su efecto en la industria fueran revisados por los legisladores norteamericanos, que finalmente, y tras una sesión un tanto ridícula en la que varios Senadores citan canciones de Taylor Swift, se tomase la decisión de separar las dos empresas. La misma puede cambiar radicalmente el mercado de la música en vivo en un momento en el que se espera que se mantenga su crecimiento globalmente. 

Es que a pesar de la complicada situación de los festivales, las giras de artistas individuales, o al menos de los grandes artistas individuales, no han parado de crecer. El caso de la propia Taylor Swift es evidente con su ‘Eras Tour’ apuntando a ser la gira más lucrativa de todos los tiempos, por tanto, en el fondo que estas dos empresas se van obligas a ir por caminos separados para la industria. En cualquier caso, dado que la orden viene del Departamento de Justicia, la empresa aún tiene opciones de apelar la decisión.

En un comunicado compartido con los medios norteamericanos, el vicepresidente ejecutivo de Live Nation, Dan Wall, dejó claro que buscarían métodos para defenderse. «La decisión del departamento de justicia viene después de meses de presión y Lobby de empresas competidoras que buscan protección para sí mismos, además ignora todos los motivos por los que las entradas de conciertos suben de precio, desde el aumento en los costos de producción de eventos, los especuladores atentos 24/7 y la decisión del público de comprar estas entradas en reventa a pesar del efecto en el mercado», insiste en el texto el directivo. 

UNA EMPRESA CONTROVERTIDA

Lo cierto es que no es que el Departamento de Justicia no necesitaba demasiada presión externa para tomar una decisión. Live Nation y Ticketmaster son dos de las empresas más odiadas por sus usuarios en el mundo, es cierto que una parte de esta percepción es su culpa, después de todo alguien se va a quedar siempre sin entrada en los casos de artistas masivos como Blink-182 o la propia Taylor Swift, pero no hay duda de que los últimos años los han puesto en el punto de mira al no ser capaces de resolver algunos problemas claves de estos procesos, o directamente por los problemas de sus páginas web en el mundo. 

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De hecho, la decisión del departamento de Justicia no es la única que les pone presión. La empresa de venta de entradas también fue uno de los motivos por los que el Gobierno de Joe Biden puso en marcha el proyecto de la «ley de tickets» que obliga a las empresas a informar a los usuarios cómo se repartirá el precio de su entrada. La ley consiguió votos de Demócratas y Republicanos en el Congreso y se espera que sea aprobada por el Senado y firmada por el presidente en los próximos meses, por lo que tendrá que tomar medidas también por ese lado.

LA DECISIÓN TAMBIÉN AFECTARÁ A LIVE NATION EN EUROPA

Aunque la decisión no tiene por qué repetirse en Europa, puede tener un efecto directo en como Live Nation y Ticketmaster y Live Nation operan en el viejo continente. Live Nation tiene también responsabilidad de la producción de las grandes giras internacionales también están en sus manos, y de hecho la empresa es responsable de gestionar la producción de eventos en el Santiago Bernabéu. Por tanto, que tengan que dejar de trabajar como piezas de una misma empresa es sin duda un problema para las dos partes. 

Pero es más complicado adivinar cuál puede ser el efecto exacto. En la práctica en el territorio de la Unión Europea hay algo más de competencia a la hora de vender entradas, y espacios como el Primavera Sound han hecho el esfuerzo no solo de hacerse un espacio en la industria, sino también de vender ellos mismos las entradas tanto del festival como de los otros eventos que organizan en España y Latinoamérica. 

Se suma que espacios como Baila FM, See Tickets o Doctor Music han conseguido conquistar espacios, sea en la venta de entradas o para producir conciertos de grandes artistas. Por tanto, hay algo de vida en la industria española más allá de Live Nation.