El Barcelona se encamina a una nueva campaña en la que deberá afrontar cambios trascendentales si quiere regresar a luchar de verdad por todos los títulos. Aunque aún tienen una oportunidad en la Champions League, con lo cual pueden salvar una temporada realmente para el olvido, el conjunto blaugrana después de acabar todo concentrará esfuerzos en armar un equipo de garantías y para eso Josep Maria Bartomeu debe moverse bien el mercado de fichajes.
Si bien es sabido por todos que en las arcas del club falta mucho dinero, de ahí el sonado trueque entre Arthur y Pjanic para cuadrar cuentas, el equipo debe asistir al mercado a buscar varios futbolistas para mejorar la actual plantilla. Sin embargo, viendo el prontuario de fichajes nefastos que tiene el actual presidente casi es mejor que no asista. Los errores son muchos y se repiten desde su llegada de emergencia en 2014, pero no habrá más remedio para los aficionadosdel Barcelona que esperar a que no se equivoque como con otros jugadores que costaron una millonada y no han rendido al nivel requerido.
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Coutinho es el peor fichaje de Bartomeu
De lejos y por mucho, la peor contratación de la era Bartomeu es la de Philippe Coutinho. El brasileño llegó en el mercado invernal de la temporada 2017-2018 a cambio de 120 millones de euros, más variables, con la etiqueta del remplazante perfecto de Andrés Iniesta, pero hasta ahora no ha llegado ni a eso. Su irregularidad y su nula adaptación a la posición de volante le fueron restando posibilidades de formar parte en el 11 titular; aunque como parte del tridente rendía un poco mejor, no estaba posicionado un poco más atrás del delantero ni con las libertades que gozaba en el Liverpool, así que escorado en la banda se perdía. Salió cedido al Bayern Múnich esta temporada, pero ya se le busca una salida.
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Dembélé sigue de lesión en lesión
La traumática salida de Neymar rumbo al PSG requería un gesto importante para acallar a las masas y la respuesta a eso fue pagar 105 millones de euros, más variables, al Borussia Dortmund por un joven Ousmane Dembélé. Con el francés se esperaba desborde, velocidad, regates y llegada, pero lo que han obtenido es lesiones musculares, desgarros y contusiones. Cuando Dembélé juega lo hace a un muy bien nivel, pero sus constantes lesiones sumadas a su mal ritmo de vida parece que agotaron la paciencia del club. Ya algunos clubes importantes, como la Juventus, preguntan por él, por lo que Bartomeu tendrá que ver si acepta o no una de esas propuestas.
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Malcom no tuvo tiempo de mostrarse
Otro de los nefastos fichajes del Barcelona en los últimos años fue sin duda el de Malcom. Tanto el brasileño como el Girondis de Burdeus ya tenía todo pactado con la Roma cuando apareció el conjunto blaugrana con 41 millones de euros para frustrar ese acuerdo y llevárselo. El fichaje no se entendió mucho, porque ese momento la parcela ofensiva estaba bien cubierta y como después se comprobaría durante la temporada, el futbolista nunca tuvo muchas oportunidades de brillar. Sin muchos minutos para demostrar su potencial, Malcom tuvo que hacer la maletas justo un año después y ahora juega para el Zenit en Rusia.
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Arda nunca cuajó en el Barcelona
A pesar de que ahora 34 millones de euros suene a poco, en 2015 fue una cantidad muy importante que desembolsó el club azulgrana por Arda Turan. Aunque Bartomeu no estuvo a cargo de su fichaje, lo hizo la Junta Gestora, tampoco hizo oficial la cláusula para devolverlo al Atlético, por lo que podría decirse que aceptó el fichaje de buena manera. El turco llegó al Barça después de haber rendido a un gran nivel bajo el manto de Simeone, pero toda su magia la dejó en Madrid, porque en la Ciudad Condal ese buen mediocampista no se vio jamas. Arda dejó destellos sin brillar de forma definitiva, por lo que tras dos campañas sin mucho que aportar salio cedido justo hasta el final de su contrato.
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Griezmann aún puede recuperarse
Antoine Griezmann fue el último gran fichaje de Bartomeu y también su último fiasco. El francés solo lleva una temporada en el club catalán, pero tras llegar a cambio de 120 millones de euros y con la vitola de estrella para solo marcar 10 goles, además siendo superado por un chico como Ansu Fati, pues deja mucho que desear. Griezmann ha tenido que cambiar su manera de jugar y aunque se aprecia mucho su trabajo defensivo, aprendido con Simeone, en la faceta ofensiva debe aplicarse más. En la banda no se encuentra, pero con más años de contrato por delante, el galo tiene tiempo de hallar su lugar en un Barcelona donde por ahora no marca las diferencias.
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