Así son los más de 1.300 radares, helicópteros y furgonetas camufladas vigilarán las carreteras en verano

La Dirección General de Tráfico (DGT) iniciará este viernes el dispositivo especial del verano con 1.312 radares, 12 helicópteros, 216 cámaras de control del cinturón de seguridad y el teléfono móvil, 11 drones y 15 furgonetas camufladas, entre otros medios de vigilancia de las carreteras.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ofreció estos datos este lunes en una rueda de prensa en la sede de la DGT, en Madrid, donde presentó el dispositivo veraniego arropado por la subsecretaria de Interior, Isabel Goicoechea; el director general de Tráfico, Pere Navarro; el general segundo jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Fernando Mora, y el fiscal coordinador de sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas.

Marlaska indicó que la operación veraniega de este año será “distinta” y “especial” debido a la crisis del coronavirus, hasta el punto de que, contrariamente a lo habitual, la DGT no cuenta con una previsión de desplazamientos de largo recorrido en los meses de julio y agosto, después de los 91,1 millones registrados el año pasado, la cifra estival más alta desde 2005.

Para vigilar las carreteras, Tráfico dispone de 764 radares fijos de control de la velocidad (80 de ellos, de tramo), 548 radares móviles, 12 helicópteros, 216 cámaras de control del cinturón de seguridad y el teléfono móvil, 11 drones (que reactivarán su actividad este viernes y tres de ellos tienen capacidad para denunciar) y 15 furgonetas camufladas.

El dispositivo de la DGT cuenta con cuatro operaciones especiales: primera salida (desde este viernes, 3 de julio, hasta el domingo 5 de julio), salida de agosto (viernes 31 de julio al domingo 2 de agosto), 15 de agosto (viernes 14 al domingo 16 de agosto) y retorno del verano (viernes 28 de agosto a lunes 31 de ese mes).

“Las vacaciones va na ser diferentes para todos, podemos prever que las salidas van a ser más cortas para todos y eso va a tener una influencia concreta en la gestión de los desplazamientos”, apuntó, antes de precisar que se incrementarán los viajes hacia “grandes núcleos urbanos en busca de actividades de ocio”.

Marlaska subrayó que este verano hay un 20% menos de solicitudes deportivas que el año pasado y la mayor parte de las fiestas patronales se han suspendido, todo lo cual influirá en la circulación en las carreteras.

PREOCUPACIONES

Por otro lado, la DGT retomará las campañas especiales de control de velocidad, alcohol y drogas, y motoristas, un colectivo que, según Marlaska, preocupa “especialmente” porque es el único en el que no se ha reducido la siniestralidad en los últimos años.

Para este verano, la DGT prestará una especial atención a las carreteras convencionales, esto es, de un carril por sentido y sin separación entre ellos (7 de cada 10 fallecidos del verano pasado fueron en esas vías); los colectivos vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas (en 2010 representaban un 30% de las víctimas y el año pasado, un 43%), y la franja de 14.00 a 20.00 horas, asociada a desplazamientos cortos vinculados a las comidas y tramo en el que verano pasado se concentró un 36% de los accidentes mortales.

Marlaska indicó que también preocupa el consumo de alcohol al volante después del confinamiento, puesto que tras la cuarentena se rompen las “fronteras emocionales” con reencuentros familiares o de amigos.

Destacó que el confinamiento ha obligado a tres meses sin conducir en muchos casos, lo que acarrea un cierto riesgo de conducción impulsiva, por lo que abogó por “no confundir” la libertad con la velocidad y apeló a la responsabilidad individual de todos los conductores.

Marlaska se sirvió de las recomendaciones básicas para frenar el coronavirus para hacer símiles relacionados con la seguridad vial: ponerse la mascarilla (llevar casco o cinturón de seguridad), mantener la distancia social (separación adecuada entre vehículos) e higiene de manos (evitar las distracciones).

La campaña veraniega de la DGT (que lleva como lema ‘este país no puede soportar más muertes, al conducir extrema las precauciones’) está centrada en un vídeo del patinador Javier Fernández realizando piruetas en el Palacio de Hielo de Madrid, que se convirtió en una gran morgue durante los momentos más duros de la crisis del Covid-19.

(SERVIMEDIA)