Pasajero Zeta y la maestra de educación especial han protagonizado la cita más insólita y épica de la historia de ‘First Dates’, demostrando que la comunicación va mucho más allá del habla. El restaurante de Cuatro ha visto de todo a lo largo de sus temporadas. Romances instantáneos, desencuentros graciosos y momentos genuinos de conexión. Pero, ¿qué ocurrió en esta emisión? Por primera vez, un comensal llegó sin identidad visible, sin voz y con un traje naranja de licra que lo cubría completamente.
Su nombre artístico es Pasajero Z y su misión en ‘First Dates’ parecía absurda: tener una cita romántica sin decir una sola palabra. Frente a él, Gema, una maestra de 30 años especializada en educación especial. La combinación entre ambos resultó ser perfecta, hasta el punto de que ni Carlos Sobera podía creer lo que estaba pasando en el programa del canal Cuatro.
El misterioso Pasajero Zeta y Gema llegan a ‘First Dates’

Durante el programa, pasajero Z se definió como artista, aunque no sabemos exactamente qué tipo de arte practica. Lo que sí dejó saber es que hace diez años tomó una decisión trascedetal: dejar de mostrar su rostro y dejar de hablar para expresarse únicamente a través de su cuerpo. Carlos Sobera descifró que esta elección se debió a que “no le gustaba a los demás”.
Y no, esta indumentaria no era solo para captar la atención de la audiencia. Esto no es un disfraz temporal ni una performance artística ocasional. Es la forma de vida que adoptó. El presentador le preguntó directamente: “¿Nunca te lo quitas? ¿Ni para las relaciones sexuales?”. La respuesta corporal de Pasajero Z fue que nunca se quita el traje, ni siquiera en esas circunstancias íntimas.
Gema, de 30 años, es maestra de primaria especializada en educación especial. Llegó a su cita en ‘First Dates’ con otras ideas. Sin embargo, cuando vio aparecer a su acompañante, no mostró sorpresa ni rechazo. “Yo trabajo con niños con autismo, sordera o dificultades de aprendizaje, así que comunicarme sin palabras no me resulta nada raro”, explicó al presentador. Su experiencia ha hecho que esta herramienta sea perfecta para esta situación única. Incluso le dijo directamente a Pasajero Z: “¿Sabes lengua de signos? Yo sí, así que podremos hablar”.
Una conversación que fluyó sin necesidad de palabras

Una vez en la mesa, hubo conexión inmediata. Gema no paraba de reírse, mientras Pasajero Z respondía con movimientos corporales exagerados y expresivos. “Hablas con el cuerpo. Qué divertido. Yo hablo por los codos, tú con gestos”, bromeó ella en un momento de la cita. Aunque Pasajero Zeta mantenía su silencio absoluto, la comunicación entre ellos fluyó
El momento más emblemático de la cita llegó en la discoteca de ‘First Dates’. Al ritmo de 'Uptown Funk' de Bruno Mars, ambos demostraron que el cuerpo puede ser el mejor instrumento para conectar con otra persona sin necesidad de hablar. Gema, decidida a bailar con comodidad con su cita, se quitó los tacones. Pasajero Zeta, siendo cómplice y atentos, hizo lo mismo con sus zapatillas.
Este no fue un baile sensual ni perfecto, pero sí que se entendieron bien. Entre risas y movimientos torpes, pero genuinos, sellaron una conexión: “Creo que el mensaje de Pasajero Z es ‘vive y deja vivir’. Me ha gustado su energía y la paz que transmite. Me genera curiosidad”.
Llegado el momento de la decisión final, Pasajero Z se comunicó mediante gestos. Gema actuó como su traductora, comprendiendo perfectamente lo que quería expresar. “Sí, me ha gustado mucho y creo que nos hemos entendido muy bien”, dijo ella interpretando sus intenciones.
La propia Gema lo tuvo claro desde el principio: “Sí, tendría una segunda cita contigo. La comunicación fluye, nos compenetramos bien y podemos conocernos más y ver qué surge”. Pasajero Z, por su parte, mostró ciertas dudas sobre si Gema podría adaptarse a su estilo de vida, sugiriendo que deberían ir "paso por paso".







