Un experto en mecánica advierte que esta práctica, aparentemente inofensiva, fuerza al vehículo a operar con los sedimentos y residuos que se acumulan en el fondo del tanque. Estos sedimentos son succionados por la bomba de combustible, lo que puede provocar la obstrucción del filtro, daños en los inyectores y un desgaste de componentes críticos del motor del coche.
Además de los elevados costes de reparación, esta práctica conlleva importantes riesgos de seguridad y posibles sanciones económicas si deriva en una inmovilización del vehículo en la vía pública por esta mala práctica habitual.
3Riesgos legales y de seguridad asociados a la práctica

Más allá de los daños mecánicos, circular con el depósito en reserva conlleva importantes riesgos de seguridad y sanciones económicas. Quedarse tirado en la vía pública por falta de carburante puede derivar en una infracción legal. Si el vehículo inmovilizado interfiere en el tráfico o se detiene en una vía rápida, la conducta puede ser sancionada como conducción negligente, según la DGT. Las multas por este concepto pueden oscilar entre los 200 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad.
Existe además otra infracción relacionada, que es el transporte de gasolina en recipientes no homologados con la intención de repostar manualmente en caso de emergencia. Esta práctica, supone un alto riesgo de seguridad y está penada con sanciones que pueden alcanzar también los 2.000 a 3.000 euros.