Víctor Orta vuelve al foco del fútbol español apenas unas semanas después de su salida del Sevilla FC. Su futuro parece estar sellado con el Real Valladolid, donde está a punto de convertirse en el nuevo director deportivo. El acuerdo, prácticamente cerrado, lo vinculará con la entidad pucelana por las próximas tres temporadas. Solo faltan detalles menores para que el anuncio oficial se produzca, algo que podría suceder en cuestión de horas.
La llegada de Víctor Orta ha despertado sensaciones encontradas entre la afición blanquivioleta. Por un lado, hay expectativa ante la reconstrucción de un proyecto que busca devolver al equipo a Primera División. Por otro, persisten dudas por su pasado reciente en Nervión. Sin embargo, para los nuevos propietarios del club —con el aval del Consejo Superior de Deportes— su elección no es un capricho: se trata de una apuesta estratégica.

El vínculo entre Víctor Orta y el club no es nuevo. En 2005, ya formó parte del área deportiva del Real Valladolid como ayudante de Caminero. Ahora regresa al José Zorrilla con plenos poderes, dispuesto a liderar un proyecto ambicioso y a reconstruir desde los cimientos una estructura que ha sufrido múltiples vaivenes en los últimos años.
Las sombras de su gestión en el Sevilla siguen muy presentes
El recuerdo de su etapa en el Sevilla FC sigue siendo una piedra en el zapato para Víctor Orta. Su llegada a Nervión se produjo en un momento delicado, con la difícil tarea de sustituir a Monchi, una figura casi mítica para el club andaluz. Desde el primer día, su modelo fue apostar por fichajes jóvenes y de bajo costo con la intención de generar plusvalías. Pero la fórmula, al menos en esta ocasión, no funcionó.
Los resultados deportivos fueron decayendo con el paso de las temporadas. La falta de aciertos en el mercado de fichajes y la constante rotación de entrenadores sumieron al equipo en la inestabilidad. Su mayor error, según muchos aficionados, fue no encontrar un delantero de referencia y tampoco dar con el técnico adecuado para manejar el vestuario. Cada decisión errada acumuló frustración en las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Finalmente, su salida del club se produjo de forma discreta, negociando incluso una indemnización más baja de la esperada. Pero eso no impidió que una parte importante de la afición celebrara su marcha como un alivio. En Sevilla, dejó más dudas que certezas, y su reputación quedó seriamente tocada.
Críticas encendidas en Pucela por la llegada de Víctor Orta
El posible fichaje de Víctor Orta por el Real Valladolid no ha pasado desapercibido. En redes sociales, una parte significativa de la afición ha mostrado su escepticismo. Muchos consideran que su reciente paso por el Sevilla FC no lo convierte precisamente en un garante de éxito. En un momento crucial del proyecto deportivo pucelano, se reclama estabilidad y experiencia comprobada, no riesgos innecesarios.
A pesar del ruido, Víctor Orta llega con determinación. Rechazó propuestas más lucrativas provenientes de ligas como la rusa y la saudí, porque su prioridad era seguir compitiendo en el fútbol español. Aterriza en Pucela con su equipo de confianza, dispuesto a asumir la responsabilidad total en la planificación deportiva.
Quiere construir un proyecto sólido, sostenible, y con una estructura que permita no solo el ascenso, sino la permanencia en Primera. El mensaje que transmite es claro. Viene a trabajar, a corregir errores del pasado y a demostrar que puede liderar un club con ambición. La afición, dividida por ahora, espera hechos y no palabras.
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