A menudo, los alimentos más comunes son también los más malentendidos. Muchos han sido injustamente excluidos de las dietas saludables debido a mitos que, con el tiempo, terminan generando confusión. Pero ahora, una nueva investigación ha puesto el foco en un alimento tan cotidiano como injustamente señalado: la patata.
Lejos de lo que muchos creen, este tubérculo —cuando se consume adecuadamente— puede ser un gran aliado para controlar los niveles de azúcar en sangre, reducir la circunferencia abdominal y mejorar la salud cardiovascular, incluso en personas con diabetes tipo 2. En este artículo te explicaremos por qué este alimento es recomendado por los nutricionistas.
5Un alimento accesible, versátil y lleno de potencial

Si bien el informe liderado por Akhavan se centró en la patata horneada, sus hallazgos tienen implicancias mucho más amplias. Este alimento, presente en las cocinas del mundo desde hace siglos, tiene todo el potencial para volver a ocupar un rol protagónico en una alimentación equilibrada.
Más allá de su relación con el control glucémico, también aporta vitamina C, vitamina B6, manganeso y antioxidantes naturales que ayudan a combatir la inflamación. Su textura y sabor, además, permiten que se adapte a múltiples preparaciones: desde purés saludables hasta ensaladas templadas, pasando por sopas y tortillas al horno.
El truco está en cómo lo incorporamos. Cocido, al vapor o al horno, este alimento puede formar parte del desayuno, el almuerzo o la cena. Incluso, al enfriarse después de su cocción, el almidón resistente se potencia, lo que lo hace todavía más beneficioso para la salud intestinal y metabólica.