Con el paso de los años, es inevitable que la memoria empiece a dar señales de desgaste. Este deterioro suele estar vinculado a la disminución del flujo sanguíneo en el cerebro, lo que afecta de forma directa nuestras capacidades cognitivas. Pero, según los expertos, hay alimentos naturales y sabrosos de combatir este proceso. Sin lugar a dudas, todo comienza en la mesa.
Numerosos estudios coinciden en que la alimentación es uno de los pilares clave para proteger la salud cerebral. De hecho, incluir ciertos alimentos en nuestra dieta diaria puede ser más efectivo de lo que imaginamos. No se trata de fórmulas mágicas, sino de pequeños hábitos que, con constancia, pueden marcar una gran diferencia. En este artículo te contaremos que productos pueden ayudarte a conservar mejor la memoria.
4El poder de los frutos secos: pequeñas joyas para la mente

Aunque muchas veces son considerados simples snacks, los frutos secos son verdaderas joyas nutricionales, especialmente para el cerebro. Entre todos ellos, las nueces ocupan un lugar privilegiado por su alto contenido de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 de origen vegetal.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) analizaron el consumo de nueces en una muestra de adultos de distintas edades y descubrieron una clara asociación entre su ingesta y un mejor rendimiento en pruebas de memoria, pensamiento y concentración. No es casualidad: las nueces, además de ALA, contienen antioxidantes, vitamina E, magnesio y proteínas, una combinación que nutre y protege las neuronas.
Harvard Health también destaca los beneficios cardiovasculares de estos alimentos. Las dietas ricas en omega-3 contribuyen a mantener la presión arterial estable y las arterias limpias, algo crucial si consideramos que el cerebro depende de un buen flujo sanguíneo para funcionar correctamente.
Añadir frutos secos a la dieta no requiere grandes cambios: un puñado al día, ya sea como parte del desayuno, en una ensalada o como colación, puede hacer una gran diferencia.