En los últimos años, la alimentación ha dejado de ser una cuestión meramente biológica para convertirse en un componente central del bienestar. Hoy, lo que elegimos poner en el plato no solo determina cómo nos vemos por fuera, sino también cómo nos sentimos por dentro. En este contexto, los expertos en nutrición ponen el foco en un alimento que, a pesar de sus virtudes, ha sido históricamente subestimado: el pavo.
La nutricionista Julia Farré ha puesto en el centro del debate a esta carne magra y versátil, asegurando que contiene el doble de proteínas que el huevo, el alimento que hasta ahora encabezaba los rankings en cuanto a calidad proteica. Pero, ¿es realmente el pavo el alimento que necesitamos incorporar más a menudo en nuestra dieta? La respuesta parece ser un rotundo sí.
3Más allá de Navidad: el pavo como protagonista de la dieta semanal

En España, el pavo suele tener un papel protagónico únicamente en fechas señaladas como la Navidad, pero muy pocos saben que su consumo habitual puede aportar beneficios concretos a la salud. Las recomendaciones actuales de instituciones nutricionales sugieren incorporar al menos tres raciones semanales de carnes magras, entre las que el pavo se destaca por sobre otras como el pollo o incluso el conejo.
Una de las ventajas principales del pavo es su bajo contenido en grasas saturadas y colesterol, algo que lo hace ideal para quienes sufren hipertensión, colesterol alto o enfermedades cardiovasculares. Además, es extremadamente versátil: se puede consumir en forma de filetes, carne picada, pechuga cocida, salchichas sin aditivos e incluso embutidos más saludables. Eso sí, es fundamental leer bien las etiquetas y elegir productos con bajo contenido en sal y sin conservantes artificiales.