Durante la celebración del décimo aniversario de Netflix en España, el codirector ejecutivo de la plataforma, Ted Sarandos, anunció una inversión de 1.000 millones de euros en producciones españolas durante los próximos cuatro años. El acto se celebró en el Hub audiovisual de Tres Cantos (Madrid), con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro Óscar López, y otros representantes del sector.
Sánchez elogió el compromiso de la plataforma con la industria audiovisual española y subrayó el papel del contenido en español como motor económico y cultural. Netflix ha contribuido a la creación de más de 20.000 empleos y ha trabajado con más de 60 productoras nacionales, según datos compartidos durante el evento.
Sarandos, por su parte, destacó que desde 2015 han producido más de 1.000 títulos españoles y han rodado en más de 200 localidades del país. También defendió que el contenido español no solo ha triunfado a nivel local, sino que ha captado audiencias internacionales, con más de 5.000 millones de horas de visionado acumuladas en títulos en español.
Sánchez calificó a la industria audiovisual como un instrumento de “soft power” y de “rebeldía pacífica” frente a discursos uniformadores, resaltando su valor para fomentar el entendimiento y la convivencia.
Netflix aprovechó la ocasión para recordar el éxito de producciones como La casa de papel, Las chicas del cable, Élite, La sociedad de la nieve y El Hoyo, y celebró su consolidación como la plataforma de streaming con mayor penetración en los hogares españoles.
Una apuesta estratégica: cómo España quiere liderar la producción audiovisual con ayuda asiática

El Gobierno de Pedro Sánchez ha lanzado una ambiciosa estrategia para consolidar a España como un referente internacional en la producción audiovisual. A través de un plan dotado con más de 1.000 millones de euros, el Ejecutivo pretende atraer inversiones, impulsar la coproducción internacional y fortalecer los lazos con potencias emergentes del entretenimiento como Corea del Sur y Japón, un plan que a simple vista parece “inofensivo” pero que podría generar un impacto importante en la economía.
La medida forma parte del plan España Hub Audiovisual, que busca posicionar al país como una plataforma de contenidos en múltiples idiomas y culturas. Esta apuesta no solo pretende fomentar el crecimiento económico del sector (un incremento que además no se puede negar, el cine español ya no es el mismo de hace un par de décadas atrás), sino también reforzar el papel de España como un nodo de intercambio cultural en un momento de profunda transformación global.
La elección de Corea y Japón como socios estratégicos no es casual, se trata de una estrategia que forma parte de un plan mucho más ambicioso, ambos países lideran la exportación de contenidos de éxito global (en España, las series coreanas son exitosas), cuentan con industrias altamente tecnológicas y están abiertos a alianzas que amplíen su alcance en Europa. Con esta sinergia, el Gobierno busca situarse en el centro de un nuevo eje audiovisual que conecta Asia y Occidente. ¿lo logrará?
El papel de Netflix: inversión, contenidos globales y nuevos mercados en juego

Netflix se ha convertido en un actor central en la estrategia española, o por lo menos en un factor importante dentro de la economía y no solo por la retroalimentación, sino porque a través de la plataforma, España ha logrado darse a conocer en el resto del mundo. La plataforma estadounidense, que ya opera uno de sus centros de producción más importantes en Madrid, se presenta como el socio ideal para escalar el potencial de esta colaboración.
Su capacidad para detectar tendencias, producir en múltiples mercados y distribuir de forma global ofrece a España una herramienta inmejorable para expandir su huella cultural más allá de los países hispanohablantes, lo que ha venido haciendo con sus producciones cinematográficas.
A través de esta alianza, Netflix no solo refuerza su compromiso con la industria audiovisual española, sino que también encuentra una vía para ampliar su catálogo con contenidos coproducidos junto a potencias creativas como Corea y Japón, ha demostrado ser un mercado estratégico.
Todo apunta a una estrategia donde cada parte obtiene un beneficio claro: España gana proyección y empleo, y Netflix consolida su liderazgo en mercados clave, se trata de una relación ganar – ganar, en la que todos ganan.
Corea y Japón, aliados clave en el megaproyecto cultural impulsado por Moncloa

La implicación de Corea del Sur y Japón en esta iniciativa responde a una visión geoestratégica de largo alcance, tanto para la plataforma de streaming como para España y que se viene trabajando desde hace varios años. Ambos países no solo han conquistado a audiencias globales con sus producciones, sino que han convertido su cultura en un activo de política exterior.
La llamada “ola coreana” ha demostrado que los contenidos audiovisuales pueden ser una herramienta poderosa para mejorar la imagen internacional de un país, generar riqueza e incluso influir en el consumo global de moda, gastronomía o turismo, se trata de una estrategia bien montada en la que todos los involucrados resultan beneficiados.
España busca replicar ese modelo de éxito, ni más ni menos, mediante acuerdos de cooperación que van más allá de simples rodajes. El objetivo es crear un ecosistema conjunto de formación, producción y distribución que permita compartir conocimientos, atraer inversión y fomentar la circulación de talento entre los tres países, lo que promoverá el crecimiento del cine español.
La iniciativa, impulsada directamente desde Moncloa, muestra que la cultura (en este caso el cine) se ha convertido en un activo estratégico de primer nivel, capaz de generar impacto económico y diplomático al más alto nivel.