El Real Madrid de Chus Mateo cae con honores ante Olympiacos en Euroliga
El Real Madrid dijo adiós a la Euroliga con la frente en alto. En una serie cargada de táctica, intensidad y momentos de alta tensión, el equipo dirigido por Chus Mateo cayó por 84-86 ante Olympiacos, en lo que fue uno de sus partidos más sólidos de toda la temporada. El conjunto blanco luchó hasta el último segundo en un duelo repleto de emoción, remontadas y orgullo competitivo, quedando a solo un lanzamiento de cambiar el destino de la eliminatoria.
El último intento, un triple sobre la bocina, no entró. Y con él, se esfumó el sueño de estar nuevamente en la Final Four, esta vez en Abu Dabi. La derrota duele, pero no deja manchas. Ante un rival de enorme nivel, el Madrid de Chus Mateo mostró carácter y personalidad. Dominó varios tramos del encuentro y logró una reacción memorable tras verse abajo por 15 puntos en el último cuarto. Sin embargo, el destino no estuvo de su lado en el desenlace.

Un guion épico sin final feliz para Chus Mateo
El partido comenzó con el Madrid imponiendo condiciones. Durante los dos primeros cuartos, el equipo manejó el ritmo con autoridad y gran acierto desde el perímetro. Convirtieron 8 de 14 triples, una efectividad que, junto a una defensa firme, les permitió irse al descanso arriba 47-42. La estrategia funcionaba. Presión constante, fluidez ofensiva y control del rebote. Incluso en lo físico, el conjunto griego parecía superado por el empuje merengue. La sensación en el WiZink era de dominio y confianza.
Pero tras el entretiempo, todo cambió. El tercer cuarto se volvió una cuesta empinada para el Real Madrid. Olympiacos reaccionó con fuerza, liderado por un inspirado Evan Fournier y acompañado por los aciertos de Williams-Goss y Vildoza desde la línea de tres. El parcial de 26-18 en ese tramo fue clave. Además, las figuras madridistas, Facundo Campazzo y Edy Tavares, no encontraron su mejor nivel. La defensa griega se volvió más agresiva y el arbitraje, hasta entonces estricto con los locales, cambió su criterio. El partido viró de forma inesperada.
Orgullo, remontada y la última bala para Chus Mateo
Lejos de entregarse, el Real Madrid de Chus Mateo apeló a su orgullo histórico. A cinco minutos del cierre, Olympiacos ganaba 80-65, pero el equipo español no bajó los brazos. Campazzo y Alberto Abalde, enormes en ambos costados, lideraron una remontada épica que puso al WiZink Center de pie. Con robos clave, una defensa feroz y jugadas de alto impacto, los blancos redujeron la diferencia hasta colocarse a un solo punto.
El final fue de película. Fournier, hasta ese momento infalible, falló dos tiros libres que abrían la puerta al milagro. Con solo 12 segundos en el reloj, el Madrid tuvo la última posesión del partido. El balón fue para Abalde, uno de los más consistentes de la serie. Lanzó un triple con decisión… pero el destino no quiso colaborar. El balón no entró y con él, se cerró una batalla que tuvo sabor a gesta inacabada.