Hoy en día la participación y las opiniones del público se han vuelto un elemento importante en muchos espacios de televisión. Es habitual encontrar en numerosos programas momentos en los que se hace eco de lo que la gente opina de lo que está pasando por medio de las redes sociales más utilizadas.
Esta cercanía con los televidentes puede considerarse un arma de doble filo, ya que muchas veces las críticas son más frecuentes que los halagos. En ocasiones, como le ha sucedido recientemente a Viva la vida, además, la polémica se concentra en un personaje concreto.
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Las apuestas de Telecinco
A estas alturas, es fácil darse cuenta de cuál es uno de los formatos favoritos de Telecinco. Dejando a un margen los reality de toda índole por los que tanto suele apostar la cadena, la mayoría con famosos de por medio, los programas de debate y análisis de la sociedad suelen ocupar la mayor parte de su tiempo de emisión. Todo inundado por su habitual gusto por el mundo del corazón y sus principales protagonistas, claro.
Es precisamente en ese territorio donde, poco a poco, se ha ido consolidando Viva la vida, con un contenido que recuerda a Sálvame. Por lo pronto, la respuesta de la mayoría de los espectadores parece apoyarlo.
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¿Un tiempo tan feliz?
El desarrollo de Viva la vida ha ido cambiando, tal y como le habrá parecido a la mayoría de sus seguidores. En un principio, el proyecto de Telecinco nació para proseguir sutilmente con el tipo de programa que era ¡Qué tiempo tan feliz!, conducido por la veterana periodista y presentadora María Teresa Campos.
La idea inicial consistía, precisamente, en tratar cada semana con una serie de famosos célebres y repasar sus últimas vidas, andanzas y milagros.
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Dejar la nostalgia de lado
Lo cierto es que el planteamiento con el que comenzó Viva la vida no duró demasiado. El cambio de responsables y los datos de audiencia hicieron que el espacio se fuese orientando, una vez más, hacia el típico magacín de Telecinco. Con colaboradores que opinan sobre todo, y sin renunciar a la polémica.
Una polémica que, como suele suceder en este tipo de producciones, suele encender a la audiencia que las sigue de vez en cuando.
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Enfrentamientos recientes
La última controversia que ha experimentado Viva la vida, ya viene de largo dentro de la cadena de Mediaset. Se trata de las disputas originadas por las últimas declaraciones de la siempre complicada figura de Rocío Carrasco, quien parece haberse convertido en uno de los mayores reclamos para generar contenido de los programas de la cadena.
Dado que Raquel Mosquera, cuyo camino estuvo ligado en el pasado con el de la hija de la cantante y actriz Rocío Jurado, es colaborada del programa, la primera hizo una serie de declaraciones personales sobre la segunda. Pues bien, parece que esto no sentó bien a según qué espectadores, que no dudaron en pedir, vía Twitter, el despido de la colaboradora, o a increparla por sus comentarios.
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Relaciones personales
No es la primera vez que sucede en un programa de Telecinco, ni será la última, pero da la impresión de lo que más molestó a algunos de los usuarios de redes sociales seguidores de Viva la vida fue que Raquel Mosquera hablara sobre cuestiones personales relacionadas con su difunto marido y ex esposo de Rocío Jurado.
Algunas personas criticaron el tema, y acusaron a la colaboradora de mentir en sus acusaciones y aportaciones al programa.
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¿Cambios a la vista?
No es un secreto para nadie que Telecinco vive y se nutre, precisamente, de los altercados televisivos que se producen entre los personajes populares que visitan sus platós, y que luego alimentan las tertulias de muchos espacios del canal. Pero, ¿hasta qué punto influye la opinión de los espectadores en sus decisiones laborales?
Resulta difícil saber si, aunque haya gente que quiera a Raquel Mosquera fuera del programa, esto vaya a afectar a la colaboradora o no. Es probable que al final sean los resultados de audiencia los que decidan. Ya se sabe, ese clásico que reza: que hablen de mí, aunque se mal.
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La llegada de Emma García
Los principales cambios de Viva la vida, que han ido transformando el programa, de ser algo similar a ¡Qué tiempo tan feliz! a lo que es ahora, en la línea de Sálvame, se perfilaron sobre todo tras la llegada de la presentadora Emma García.
Esta periodista vasca es, sin ninguna duda, uno de los rostros más conocidos entre los fans de Telecinco, ya que ha estado al frente de muchos espacios distintos. Su momento de mayor popularidad quizá se diese con Mujeres y hombres y viceversa, del cual formó parte desde su estreno en nuestro país hasta diez años después. Durante su época de mayor recorrido, hasta que este empezó a perder audiencia a marchas forzadas.
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Otras presentadoras
En Telecinco es frecuente el baile de presentadores, dependiendo de distintos factores, y en ese sentido Viva la vida no es ninguna excepción. Además de Emma García, que es la que más programas lleva a sus espaldas, también otras profesionales de la pequeña pantalla se han sentado en la silla de presentadora con mayor o menor frecuencia.
Ellas son Toñi Moreno, también otra veterana de Telecinco, y Sandra Barneda, que también ha pasado por muchos programas de la casa fundada en 1989 por el italiano Silvio Berlusconi.
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Respaldado por la audiencia
Teniendo en cuenta los cambios y la “evolución” de Viva la vida, parece que Telecinco ha sido astuto a la hora de adaptar el espacio a los gustos de la audiencia, teniendo en cuenta los números que este acostumbra a manejar, y que, más o menos, han sabido mantenerse a lo largo de los años.
Actualmente su cuota de pantalla es del 12,5%.
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Su momento álgido
El mejor momento del problema, a nivel de audiencia, no obstante, se produjo hace unas temporadas, en 2019.
En aquel entonces llegó a alcanzar a 1.898.000 espectadores, un 13,7% de cuota.
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