El consejo para no pillar hongos en la piscina

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Para nadie es un secreto que cuando el calor aprieta, nos vemos tentados a sumergirnos en una piscina, y salvo que se trata de una piscina propia, y que nos hayamos asegurado de la manera correcta de que nos existen hogos en ella, corremos el riesgo de contagiarnos de estos, ya que las molestias que provocan son molestas y bastante desagradables, no sólo a nivel del organismo, sino que son observables a la vista.

Incluso si se trata de nuestra propia piscina y, aunque hayamos sido cuidadosos, resulta que hay factores medioambientales que pueden provocar que los hongos se esparzan y proliferen en nuestras piscinas, por ello, tenemos que tomar todas las previsiones posibles para impedir que nos contagiemos con estos microorganismos y las, a veces, desesperantes e insoportables que provocan.

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¿Cuáles son los síntomas concretos de una infección por hongos?

Una micosis puede manifestarse en tu cuerpo con la aparición de:

  • Áreas de la epidermis que son particularmente húmedas.
  • Descamación y picor en áreas de la piel.
  • Observar cambios en la pigmentación de la piel.
  • Áreas localizadas de enrojecimiento, como en los lugares donde hay pliegues, siendo los ejemplos clásicos los espacios entre los dedos de los pies y en la ingle.

Así que y lo sabes, sólo debes tomar algunas medidas de sentido común, no compartir tus objetos personales y asegurarte de bañarte inmediatamente después de salir de la piscina, secándote bien, en particular en las áreas en las que la micosis suele atacar, y ponerte ropa limpia.

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