Existen lugares míticos que no solo destacan por su imponente presencia, sino también por las interesantes historias que se han vivido en su interior. Y más aún si se trata de castillos, esos enormes y simbólicos colosos en los que, muchas veces, se ha cimentado el pasado de nuestro país.
El castillo de la Mota, en Medina del Campo, supuso, nada más y nada menos, que la prisión en la que pasó parte de sus más aciagos días Juana «la Loca».
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Una reina singular
Juana I de Castilla, apodada “la Loca”, nació en Toledo el 6 de noviembre de 1479, siendo hija de los Reyes Católicos, Sus padres, por lo tanto, fueron Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Juana fue reina de Castilla de 1504 a 1555, y de Aragón y Navarra, desde 1516 hasta el año 1555, si bien nunca llegó a albergar el poder real de la corona, y pasó gran parte de su vida encerrada.
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Una historia de amor trágica
Juana “la Loca” tomó matrimonio con Felipe “el Hermoso”, archiduque de Austria, duque de Borgoña, Brabante y conde de Flandes, el 20 de octubre de 1496 en la iglesia colegiata de San Gumaro de la pequeña ciudad de Lier. Juntos tuvieron seis hijos, entre ellos el futuro emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.
A pesar de ello, Felipe no tardó en perder el interés romántico por ella y, según muchos expertos, esto trajo de cabeza a su esposa, que se consumió progresivamente por los celos… en teoría.
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El castillo de la Mota
En el popular pueblo castellano de Medina del Campo, en Valladolid, se levanta el imponente castillo de la Mota. Aunque su historia se remonta a los días de los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla, lo cierto es que fueron los propios Reyes Católicos quienes lo terminaron de convertir en una fortaleza imbatible, y también en una prisión.
Sus lugares más emblemáticos, como la Torre del Homenaje o el Patio de Armas continúan impresionante a la gran cantidad de visitantes que el monumento recibe cada año.
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La prisión de Juana
En 1503, Juana fue engañada por sus padres, los reyes católicos, para evitar que se marchara a Flandes siguiendo los pasos de su esposo, Felipe “El Hermoso”. Para ello, tuvo que ser manipulada, haciéndola creer que solo iría al pueblo de España Medina del Campo para descansar unos días, antes de ponerse en camino hacia el centro de Europa.
Finalmente, la mujer estuvo confinada en el castillo de la Mota dos años, cuando su madre, Isabel, le permitió salir e ir en busca de su marido. En todo el tiempo en el que permaneció atrapada, no fueron pocas las veces que intentó escapar de allí.
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¿Por qué apenas fue reina?
Juana “la Loca” siempre estuvo alejada del trono de España, primero fue su padre Fernando el Católico quién le impidió acceder a él, y luego su hijo Carlos V hizo lo propio. En realidad, Juana era la legítima heredera de Castilla tras la muerte de sus hermanos Juan e Isabel.
En teoría, solo su madre, Isabel, estaba de acuerdo en que Juana reinara. Sobre todo desde el fallecimiento de su esposo Felipe “El Hermoso”, cuando la mujer perdió definitivamente los papeles. Al menos eso es lo que no ha dejado de repetirnos la Historia. ¿Fue cierto realmente?
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¿Estaba Juana loca?
Suele suceder que, en muchas ocasiones, los hechos históricos no resultan una verdad absoluta, sino que se basan en teorías. Durante mucho tiempo, se ha pensado que Juana I de Castilla presentaba comportamientos dementes, que impidieron su permanencia en el trono. Algunos sucesos extraños así han parecido demostrarlo.
Pero no faltan quienes opinan lo contrario: que Juana estaba perfectamente cuerda, pero se la encerró gran parte de su vida en diversas localizaciones, como en el castillo de la Mota, en el pueblo de España de Mediana del Campo, para que primero su padre y más tarde su hijo pudieran ocupar el trono en su lugar. Puede que la verdad, como tal, nunca la sepamos del todo. O que ambas versiones sean ciertas, pero solo en parte. Las intrigas de las coronas nunca han sido un tema sencillo, ni siquiera para los historiadores más entregados.
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La supuesta enfermedad de Juana
Algunos expertos actuales no han dudado en corroborar que, efectivamente, Juana “la Loca” sufría algún tipo de patología mental. Según ellos, hay pruebas más que claras que demostrarían síntomas esquizofrénicos o psicopáticos, como frecuentes depresiones o un comportamiento bipolar.
El primero en denunciar las teóricas “rarezas” de Juana fue su propio esposo, Felipe “el Hermoso”. ¿Se trataba solo de celos, o de que Juana se negaba a aceptar las infidelidades de él (algo habitual en aquella época, y más entre la realiza), o existía algo más? Como suele suceder en estos casos, la respuesta varía bastante dependiendo del historiados al que le preguntes. Que Juana tenía un carácter, cuanto menos complicado, parece un hecho más o menos incontestable.
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¿Cómo se llega al castillo de la Mota?
Al estar en el pueblo de España de Medina del Campo, el gran castillo de la Mota se sitúa a una hora, más o menos, si se viaja desde Zamora o Salamanca, y algo menos si se parte directamente desde Valladolid.
Desde Madrid, el recorrido es de algo menos de dos horas.
Estancia en Tordesillas
Además de estar encerrada en el castillo de la Mota, en el pueblo de Mediana del Campo, Juana “la Loca” también vivió un prolongado encierro en Tordesillas, en Valladolid.
Al final, su reclusión allí duró más de cuarenta años.
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La muerte de la reina
Finalmente, Juana “la Loca” murió el 12 de abril de 1555, después de varios años de decadencia tanto mental (supuestamente), como física. Existen muchas dudas acerca de que sus cuidados en Tordesillas fuesen los apropiados.
Toda su vida, igualmente, estuvo condicionada por su presunta falta de interés religioso, algo realmente atípico en aquellos años.
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