Durante el verano, la crema solar es uno de los cosméticos básicos. Nos exponemos muchos más a los efectos de la luz del sol, y no solo cuando vamos a la playa o a la piscina, sino también cuando salimos a pasear. Cada vez son más las personas concienciadas con la importancia de utilizar protección solar para prevenir el cáncer de piel. Sin embargo, parece ser que el exceso de cremas solares también puede tener algunas consecuencias negativas. Esa es la conclusión a la que han llegado un grupo de científicos en el estudio que hoy os comentamos.[nextpage]
Las sustancias químicas de las cremas solares llegan a la sangre
Es cierto que, en teoría, las sustancias químicas que se usan en las cremas solares no deberían de llegar al torrente sanguíneo, es decir, deberían quedarse en las capas externas de la piel. Pero hay un estudio que parece demostrar que esto no es exactamente así. Un grupo de investigadores de la Drugs Administration (FDA) de los Estados Unidos, publicó hace unos años una investigación en la revista JAMA en la que demostraban que al menos 4 de los ingredientes activos presentes en las cremas solares podrían estar llegando al torrente sanguíneo en niveles suficientes como para poder causar algún tipo de problema.[/nextpage][nextpage]
La crema solar sigue considerándose un imprescindible para protegerse del sol
Quede claro que en ningún momento se ha aconsejado a la población que deje de utilizar las cremas de protección solar, ya que aún se desconoce si las concentraciones de estas sustancias que llegan al torrente sanguíneo son peligrosas. Simplemente, se está investigando este aspecto.
Lo cierto es que las cremas solares se consideran prácticamente como si de un fármaco se tratase, debido a que son la mejor solución que se conoce para prevenir, atenuar y remediar las enfermedades y quemaduras provocadas por la exposición solar.[/nextpage][nextpage]
En qué consistió el estudio sobre las cremas solares
Para hacer el estudio, los investigadores de la Drugs Administration se centraron en el análisis de 24 individuos adultos que dividieron en 4 grupos diferentes. Antes de empezar se les hizo un análisis de sangre y después a cada grupo se le asignó un tipo de protección solar distinto, en un caso era loción, en el otro crema y a los otros se les dieron dos tipos de aerosoles distintos. Los participantes debían aplicarse su crema solar en el 75% del cuerpo hasta cuatro veces al día durante un periodo de 4 días.[/nextpage][nextpage]
Qué sustancias son las que se consideran peligrosas
Durante el experimento, a los participantes se les hicieron análisis de sangre regulares, examinando especialmente el nivel de concentración de los cuatro productos químicos clave que se estaban investigando y que están presentes habitualmente en los protectores solares, nos referimosa a la avobenzona, la oxibenzona, el octocrileno y la ecamsula. Sorprendentemente, solo un día después de haber comenzado el experimento, todos los participantes tenían una concentración en sangre de 0.5 ng/ml o superior de todos los ingredientes, Sin que tuviera relevancia el tipo de formulación usada.[/nextpage][nextpage]
Los miembros de la FDA tranquilizan sobre los resultados obtenidos
Sin embargo para los miembros de la FDA este nivel de concentración se tomó solo como referente, no implica que se trate de concentraciones peligrosas. Simplemente, es un nivel que se ha establecido para actualizar los requisitos de los productos que se emplean para la protección solar en los Estados Unidos como punto de partida a la hora de realizar más pruebas que puedan resultar determinantes.
Para los científicos que ejecutaron el estudio, estos niveles de concentraciones en la sangre tampoco quieren decir que el uso de cremas de protección solar resulte inseguro para la población.[/nextpage][nextpage]
Las condiciones en las que se utilizó la crema solar no son las normales
Los investigadores también explicaron que el volumen de crema solar utilizada por los participantes del estudio es bastante superior al que se suele utilizar normalmente. Ya que, aunque se siguieron los criterios de aplicación recomendados por los fabricantes, lo cierto es que estos no lo suelen usar la mayoría de las personas que por lo general nos aplicamos sector solar una vez al día y no 4 como en el estudio.
Además también existen otras limitaciones que se deben tener en cuenta, por ejemplo el hecho de que el estudio se realizó en interiores donde ni el calor ni la luz ni la humedad se asemejan a los que se tienen en condiciones normales.[/nextpage][nextpage]
Los expertos en cáncer recomiendan el uso de crema solar
La comunidad científica, por su parte, se ha mostrado preocupada por las conclusiones de este estudio. Se piensa que la publicación de los resultados de este estudio puede resultar confusa para las personas que pueden decidir dejar usar la protección solar, algo que los expertos en cáncer definitivamente desaconsejan. Por eso conviene destacar que no se sabe a ciencia cierta si los niveles de las sustancias químicas detectados en la sangre y provocados por las cremas solares son peligrosos para la salud humana. Lo que está claro es que hace falta una investigación más exhaustiva al respecto.[/nextpage][nextpage]
La importancia de usar protección física además de química
En declaraciones a EL PAÍS Ricardo Ruiz director de la Clínica Dermatológica Internacional mantenía que «muchos dermatólogos decimos que hay que ponerse crema, pero insistimos en la protección física: sombreros, gafas, ropa, estar a la sombra… Esa es la mejor fotoprotección«. [/nextpage][nextpage]
La crema solar está en constante proceso de reformulación
También debemos tener en cuenta que las cremas solares son muy complejas de formular. Sin embargo la industria está en pleno proceso de evolución y se esfuerzan en quitar los componentes que puedan resultar perjudiciales. Algunos laboratorios se molestan especialmente en realizar fórmulas respetuosas con la piel y en eliminar tanto parabenos como perfumes y conservantes, además de filtros polémicos. La función de los protectores solares es la de neutralizar los rayos del sol para que no penetren y dañen la piel. Se usan para proteger especialmente de los rayos ultravioleta A y B, más popularmente conocidos como UVA y UVB. [/nextpage]
