Rafa Nadal ha hecho un pacto con Roland Garros, porque hasta con el pie malo lo gana. Sin embargo, cada día duele más y es más intenso todo lo que tiene que aguantar para alcanzar sus triunfos. Una tarea titánica a sus 36 años de edad. Aunque él mismo dijo que cambiaría una «Copa de los Mosqueteros» con el hecho de tener un pie nuevo. Ahora que el mallorquín ha superado la arcilla, prevé un tratamiento con el fin de regresar nuevamente a las pistas.
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No se da de baja de Wimbledon
Mientras las circunstancias lo permitan, Rafa Nadal seguirá dando guerra en el tenis. Sea cual sea la superficie diría presente. Dentro de poco se viene Wimbledon, el tercer Grand Slams del año, y el manacorí todavía no dice que no al evento londinense.
Todo va a depender de cómo salga de ese nuevo tratamiento al cual someterá a su pie. Por lo que si todo sale bien, lo veremos en el pasto británico como el cuarto del mundo.
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Darle vida a un pie, que es su mayor tormento
Realmente la mayor competencia que tiene Rafa Nadal no son sus rivales. Sino más bien su pie. Es el único que le puede propinar derrotas, quitar títulos y hasta sacarlo definitivamente de la pista.
Y como el miembro del Big Three no desea nada de eso, entonces se pondrá en manos de los especialistas para que traten por enésima vez su pie, y así ver qué tanto pueden resucitarlo. Hay mucha fe en que las cosas van a mejorar, pero todo es cuestión de tiempo.
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Rafa Nadal no se quiere ir todavía
En los planes de Rafa Nadal tenía en mente que a los 28 años de edad estaría lejos de las courts. Fijó mal, porque todavía puede seguir luchando por más títulos y continuar haciendo historia.
Ya tiene 36 años y juega genial. Está entero, su fuerza es brutal, su mentalidad es única, pero lo grave es el pie. Porque la lesión crónica que tiene le causa molestias, dolores y bastantes frustraciones que a veces trata de ocultar.
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París le exigió mucho a Rafa Nadal
Fueron dos semanas intensas en París que exigió al máximo a Rafa Nadal. Sabe que su pie en algunos partidos le hizo un mal presagio, pero al final solventó. Pese a ello, no puede avanzar de esta forma, porque estaría dejando de disfrutar lo que más le gusta hacer y es saltar a la cancha.
Entendiendo que su pie necesita ser tratado nuevamente, aludió que continuará jugando; pero en caso de que sea necesario operarse, lo hará. Eso implica parón y hasta un adiós definitivo, que nadie quiere, en realidad.
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El tratamiento de Rafa Nadal es a corto plazo
Lo que tiene pensado el equipo de Rafa Nadal es replicar todo lo que hicieron en Roland Garros. Para hacerle la guerra al pie, y que no le molestara tanto, –por la enfermedad crónica que padece desde que es profesional-, el nuestro se sometió a infiltraciones las cuales le ayudaron a saltar a la pista con el pie prácticamente dormido.
Habían muchas posibilidades de que todo saliera mal. Pero al final de este segundo Major, se dan cuenta que fue efectivo y quieren hacerlo otra vez.
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Se busca que Nadal pueda durar más tiempo jugando
Rafa Nadal resistió a las embestidas del Roland Garros y allí tiene su recompensa. Ya posee en sus manos el título 14 en este torneo, donde es el máximo ganador. Además, sumó su Grand Slams 22, lo cual deja a Novak Djokovic y Roger Federer con 20 cada uno.
Una situación privilegiada para el español que duró hasta 20 horas peloteando; con un gran nivel y con buenas sensaciones para repetir esas infiltraciones que cumplieron con el objetivo.
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Es todo o nada
Entendiendo que Rafa Nadal no quiere quedar fuera de los próximos eventos de la ATP, prefiere probar con ese tratamiento de dormir el pie, para ver cómo le va en la hierba.
Está tratando de esquivar lo más que pueda su intervención en el quirófano. Es otra alternativa, pero su grupo de trabajo y él mismo sabe que sería la decisión más difícil de tomar, por las consecuencias que podría traer, y que no serían tal vez las más positivas.
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Una operación lo sacaría del circuito
En caso de que Rafa Nadal se opere, tendría que quedar fiera del circuito profesional por un largo período. Más de 6 meses, incluso más de eso, sí se complica algo. Además, el hecho de pasar por el quirófano no le asegura de que vaya a volver con el mismo nivel deseado.
Así que, de momento el español lo descarta. Aunque internamente reconoce que si la vida lo obliga a que debe hacerlo, pues le tocará; a sabiendas de que sería lo más difícil de afrontar a estas alturas de su carrera.
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¿Todavía no está listo para operarse?
De por sí, Rafa Nadal no está listo para decidir que tiene que operarse. De hecho, cada vez que le preguntan, destaca que el destino es incierto y nunca se sabe lo que puede pasar.
Sin embargo, él esquiva en todo caso la operación. Moriría de incertidumbre quedándose parado durante mucho tiempo sin saber si volverá.
Sería una determinación muy bien meditada, la cual impactaría en cómo sería su desenlace por el tenis. Entre tanto, su salvavidas es dormir el pie, y tratar de no permanecer tanto tiempo en cancha para ayudarle al mismo.
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Se aferra a las inyecciones
Ya Rafa Nadal no le teme a las agujas. Eso es lo que lo ha estado ayudando a ganar, y así como lo hizo en Australia, lo consiguió en Francia. Como le ha ido bien con las inyecciones, entonces se aferra a ellas. Todo consiste en inyectar los nervios con el fin de aliviar el dolor que ellos generan.
De alguna forma, dicho tratamiento se ha vuelto familiar. Ahora le harán inyección con radiofrecuencia pulsátil, lo que hará que mejore su pie, además, evitará malas las sensaciones cuando esté en movimientos.
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